Fray Antonio Alfaro se hizo viral en redes sociales luego de poner en marcha este proyecto, que busca que niños y jóvenes estudiantes de Comitán puedan continuar que el nuevo ciclo escolar
FOTOGRAFÍAS: JACOB GARCIÁ
Fray Antonio Alfaro se hizo viral en redes sociales luego de poner en marcha la iniciativa “Combiteca”, que brinda acceso a internet gratuito a todos los niños y jóvenes estudiantes más vulnerables del municipio, para que puedan continuar con sus estudios en este nuevo ciclo escolar.
Comentó que dicho proyecto nació tras la actual situación que atraviesa todo el país y el mundo. “Con esto de la pandemia vi todas las necesidades que los niños tienen, las dificultaes para elaborar sus tareas. Entonces, pensé en algo que pudiera colaborar y ayudar a la ciudadanía”.
Explicó que en el pequeño negocio que tienen en casa llegaban a diario muchos padres de famila a hacer recargas de 10 pesos, sólo para obtener un poco de red y que sus hijos hicieran la tarea.
Alfaro detalló que el internet funciona con una antena portatil, previamente codificada vía satélite y con un móden integrado, lo cual permite acceder a la red en cualquier parte del municipo, ya saa zona urbana o rural.
De esta forma, los niños pueden tener este servicio de una a tres horas, y realizar sus actividades académicas. Refirió que ha enviado una carta a las autoridades municipales y estatales con la finalidad de informales sobre la iniciativa y que se sumen a ella; sin embargo, no ha tenido respuesta.
Para llevar a cabo este proyecto tuvo el apoyo de su amigo David Álvarez Mondragón, quien es licenciado en informática y le ayudó a conseguir la antena; mientras que la empresa “Lonas del Sureste” le regaló la rotulación del vehículo.
Sin embargo, los recursos para mantener a la “Combiteca” provienen de su bolsa, pues paga el combustible para trasladarse, “pero yo quedo satisfecho con ver a los niños, que se les brinda esta parte de la educación”. Al día se gasta cerca de 400 pesos diarios.
Cabe destacar que Fray daba clases en una escuela perteneciente al Colegio de Bachilleres de Chiapas, la cual se encontraba a siete horas de su localidad, donde laboró por cuatro años; no obstante, los gastos que le generaba el estar lejos de casa hizo que tuviera que renunciar y poner un negocio propio para poder subsistir. Después de tres años, aún no es indemnizado por dicha dependencia educativa.
Refirió que ha enviado una carta a las autoridades municipales y estatales, con la finalidad de informales sobre la iniciativa y que se sumen a ella; sin embargo, no ha tenido respuesta