Entre julio y agosto de cada año, inician con el cultivo de cerca de dos hectáreas de flores, para que tres meses después sean enviadas a los vendedores de la capital chiapaneca
Yusett Yañez/Portavoz
A pesar de la pandemia y sus restricciones en los panteones, en el estado de Chiapas se mantiene la producción de flores de cempasúchil y terciopelo; sin embargo, algunos productores han decidido disminuir este año el cultivo, por la incertidumbre en las ventas del Día de Muertos.
Raúl Sánchez Hernández es uno de los principales productores de las flores de cempasúchil y terciopelo, contó que, entre julio y agosto de cada año, inician con el cultivo de cerca de dos hectáreas de flores, para que tres meses después están listas para su corte y sean enviadas a los vendedores tanto de la capital chiapaneca y los alrededores de la Rivera Santo Domingo.
Durante esta temporada, la compra de estas flores ha sido principalmente por las familias que acuden cada año a los panteones a visitar la tumba de sus seres queridos, así como por los estudiantes al ser partícipes en hacer los tradicionales Altares de Muertos en sus escuelas; sin embargo, desde que inició la contingencia las escuelas se han mantenido cerrados, y en el caso de los panteones las autoridades han emitido diversas medidas de prevención, algunos camposantos mantendrán sus puertas cerradas.
Hasta ahora la siembra de cempasúchil se hace de forma tradicional en algunos de los municipios del estado y esto se está llevando a cabo de manera normal, pues como todas las actividades del campo, ésta se mantiene, la mayoría de los municipios tienen sus pequeñas plantaciones, hay plantaciones que no llegan ni a media hectárea o de lugares que son de 500 metros.
“La siembra la hacemos desde el 15 de agosto, entonces ahorita ya está la florecita, e invitamos a las personas que pasen a comprar sus flores para sus altares, para llevar al panteón”, añadió don Raúl Sánchez Hernández.
Don Raúl dijo que el precio va de 50 a 60 pesos el tercio o manojo, costo que es muy bajo para la inversión que se realiza, mencionó que son aproximadamente de 4 mil a 5 mil pesos de inversión, esto costea la renta del terreno, limpieza y riego; son de 4 a 5 personas quienes participan en la siembra de alrededor de una hectárea.
Sin embargo, aseguró que debido a la contingencia sanitaria existe incertidumbre en los precios a los vendedores de los mercados, “los que llegan a comprar se los venden a 40 o 50 pesos, pues ahorita no sabemos porque no vaya a estar más barato”.
Por lo que su ganancia sería de 2 mil 500 pesos, esto no llega a pagar ni el precio de la inversión, lo cual le ocasiona graves pérdidas económicas, así como en caso de que los panteones continuarán cerrados y las actividades de temporada no fueran permitidas.
Ahora que algunos municipios, no tendrán abiertos sus panteones en la temporada y aunado al cierre de las escuelas, el productor señaló que tienen prevista baja en las ventas; sin embargo, mencionó que mantienen la expectativa de que las personas compren las flores, al menos para colocar un altar en sus hogares, pese a que la tradición también se haya ido perdiendo conforme pasen los años.
La flor de Cempasúchil, desde la época prehispánica es parte fundamental de los altares de muertos, pues va más allá de un simple adorno y toque de color en la ofrenda, se dice que representan el camino que deben seguir los difuntos de regreso al mundo de los muertos, esto a través del intenso color amarillo de sus pétalos que asimilan al sol.
Debido a la contingencia sanitaria existe incertidumbre en los precios a los vendedores de los mercados, “los que llegan a comprar se los venden a 40 o 50 pesos, pues ahorita no sabemos porque no vaya a estar más barato”.