La travesía de recolecta de la flor de Niluyarilo está ocasión no se llevará a cabo, así lo dio a conocer el Arzobispo de Tuxtla Gutiérrez por lo que llama a celebrar las fiestas decembrinas desde el hogar, unidos como familia y cuidando la salud
Yusett Yañez/Portavoz
El tradicional recorrido de 7 días (14 al 21 de diciembre topada de la flor) que realizan algunos chiapacorseños y Acaltecos como muestra de fervor reliogoso hacia el niño Dios o niño Florero como se le conoce a esta tradicional recolecta de la flor de Niluyarilo será otra de las festividades decembrinas que no se llevará a cabo debido a la contingencia sanitaria que se vive a nivel mundial.
Así lo dio a conocer Monseñor Fabio Martínez Castilla, Arzobispo de Tuxtla Gutiérrez; mediante un comunicado dirigido a las parroquias donde tienen esta tradición, Martínez Castilla expuso que: “ante la cercanía de la fiesta de navidad en las que algunas parroquias celebran al niño Dios Florerito, y tienen como tradición la peregrinación de ir por las flores del niño a las montañas de San Cristóbal de las Casas, les invitamos a que vivamos esta fiesta con toda nuestra devoción de verdaderos hijos de Dios de manera diferente, con el debido respeto y cuidado”.
Recalcando que la pandemia aún continúa, invitó a cada comunidad parroquial a organizarse de manera creativa con la debida responsabilidad, pues las autoridades les han permitido abrir estos recintos religiosos siempre y cuando se acaten a las medidas sanitarias que se han puesto en marcha para salvaguardar la vida de los más vulnerables y personas de la tercera edad.
“No debemos descuidar las medidas adoptadas por nuestras autoridades civiles y por nuestra Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, ya que eso ha hecho posible la reapertura de nuestros templos y las celebraciones litúrgicas, les pedimos que celebraremos nuestras fiestas decembrinas en torno al niño Dios florerito evitando cualquier imprudencia que pueda poner en riesgo a nuestros hermanos, pedimos que cada comunidad parroquial organice su equipo de pastoral de manera creativa cada una de las celebraciones de esta fiesta con los protocolos necesarios y medidas de salud”, afirmó.
Cabe mencionar que el tiempo real que dura la tradición año con año, es del 14 de diciembre al 7 de enero, que engloba etapas importantes como: la topada de la flor, la velada de la flor, elaboración del nacimiento del Niño Dios, Nacimiento del Niño Dios y conclusión de la tradición, momento en que el Patrón de los floreros y sus acompañantes, recogen el nacimiento.
Reiterando que será una navidad parecida a cuando Jesús nació, ya que se llevará a cabo de manera más silenciosa y con más meditación, con humildad, “será una navidad sin muchas luces en la tierra pero con la de la estrella de Belén destellando rutas de vida en su inmensidad; sin ruidos, ni verbenas, ni estampidas pero con la presencia de un Dios que todo lo llenará”, apuntó.
De manera espiritual añade que esta Navidad es cuando la sociedad necesita más luz divina en medio de tanta oscuridad, invitó a la reflexión y que “nadie piense que el niño Dios se va a sentir desagrado, se va a molestar o dejará de amarnos por la falta de las manifestaciones tradicionales de devoción y amor”.
Los datos históricos apuntan a que originalmente esta tradición no tuvo un origen religioso cristiano, sino que era parte de las costumbres prehispánicas de los chiapanecos, en las que los jóvenes de entre 13 y 14 años, fortalecían el cuerpo y el espíritu para llegar a la edad adulta, actualmente la peregrinación de la “topada de la flor”, se hace en honor al Niño Dios, ya que con esta flor, se elabora el nacimiento.