Con 28 años de edad, Víctor Germán Sántiz García fue galardonado con el Premio Estatal de la Juventud 20202 en la categoría; Compromiso Social y Derechos Humanos
Yusett Yañez/Portavoz
Victor, es un joven que demostró que con perseverancia todo se puede lograr; él es iniciador de Jovenarte A.C., asociación que busca proponer la cultura de paz, a través de la prevención de las adicciones y la violencia. Con el uso del arte, la cultura y el deporte la capacitación y emprendimiento, este proyecto ha dado frutos.
Sántiz García, narra que este proceso inició en el 2015, en la periferia de San Cristóbal de las Casas; a lo largo de tres años se ha desarrollado y ahorita está en la fase de fortalecimiento, es un proyecto que busca el empoderamiento de las juventudes para que puedan ser protagonistas no solo de su colonia, de su barrio, sino también de su municipio y de esa manera poder ayudar a más jóvenes.
Actualmente ha ayudado de manera directa a un aproximado de 6 mil jóvenes y de manera indirecta con más de 9 mil, quienes han tenido acceso a estos espacios públicos con actividades alternativas que los está alejando de las conductas de riesgo que son: adicciones y violencia. Este programa se busca replicar en otros municipios de la región altos de Chiapas, en donde los índices de adicciones y violencia, desafortunadamente van en aumento.
Víctor recalcó que es muy satisfactorio el poder ver que reconocen las acciones, porque no solo es el trabajo de él, sino principalmente se está reconociendo el trabajo de todas las organizaciones, de todas las personas voluntarias y voluntarias que se han sumado y han creído en el proceso.
“Realmente lo principal, lo que hemos realizado, la vinculación y la suma de diferentes sectores, porque es claro que uno solo no puede lograr tanto, como cuando nos sumamos muchos”, reiteró.
En el proyecto de manera directa están involucradas de 10 a 20 personas, pero se han sumado más de 30 organizaciones nacionales e internacionales, estas actividades generan conocimiento, habilidades y capacidades que se dejan en las personas para que continúen replicándose por sí mismas.
“Lo que sigue después de este reconocimiento es fortalecer el proceso de participación política y empoderamiento político, pero el principal objetivo es, llevar estas actividades a otras zonas a otro territorio con otros jóvenes en donde estas cifras están aumentando en donde los contextos son apremiantes que es necesario involucrarnos para promover y fomentar el ejercicio de los derechos humanos con otras juventudes”, puntualizó.
Afirmó que lo más difícil para él ha sido el poder solventar la parte económica, pues además de no contar con el recurso tiene que buscar instituciones u organizaciones que confíen en el proyecto, no obstante; asociaciones internacionales se dieron cuenta de que tenía un buen proyecto, después de ello se unieron al propósito.
Víctor tiene muy claro sus objetivos, y a dónde quiere llegar, espera que, como él, más chicos se unan a realizar proyectos de emprendimiento social.
En el proyecto de manera directa están involucradas de 10 a 20 personas, pero se han sumado más de 30 organizaciones nacionales e internacionales