La Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez celebró la eucaristía en nombre de los indocumentados fallecidos en el accidente del pasado 9 de diciembre
YUSETT YAÑEZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
Habitantes de la colonia El Refugio se reunieron para pedir por el eterno descanso de los 56 migrantes fallecidos, tras volcarse en el tramo carretero Chiapa de Corzo – Tuxtla Gutiérrez, esta celebración religiosa estuvo a cargo de la Arquidiócesis de la capital y la misa fue presidida por el arzobispo Fabio Martínez Castilla.
Durante la homilia, monseñor pidió a Dios que, “conceda a sus hijos migrantes poder contemplar el gozo de la felicidad y la paz por toda la eternidad, la esperanza es en el señor y rey de justicia de paz, para que en medio del dolor exista un significado de vida y de amor, sigamos de esta manera, orantes y esperanzados”.
Además de mandar un mensaje a los familiares de los fallecidos y heridos, “sigamos muy ilusionados y con la esperanza de mantenernos en el camino al encuentro de Dios, todos somos invitados,desde el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, para amar, cuidar y respetar la vida”.
Añadió que este hecho debe servir para ver más allá, respetar los derechos de las personas sin importar de dónde son; “todos somos responsables a respetar la dignidad de las personas independientemente de la nación y de la edad que sea, los mexicanos tenemos que ser solidarios con los migrantes, todos tenemos que ser respetuosos de la dignidad de los indocumentados, todos somos hijos de Dios, todos somos migrantes, Dios está con nosotros, Dios está con nuestros hermanos”.
Martínez Castilla destacó la solidaridad de los colonos, quienes desde el primer momento brindaron el apoyo y que a pesar que no haber vínculo familiar con los fallecidos, han rendido homenaje para su eterno descanso; “nos hemos reunido en el lugar del accidente como un signo de que nuestra oración quiere ser viva y comprometida por nuestros hermanos migrantes, la Parroquia del Refugio sigue orando, nos unimos en oración para unir el cielo con la tierra por los hermanos migrantes, somos el puente para que tengan su entrada a la casa del padre”.
El arzobispo puntualizó que el día del accidente, era el Día de Juan Diego, por lo que dijo que da la certeza de que los hermanos migrantes “han sido acogidos en su presencia, Jesús es la resurrección y la vida y el que crea en él vivirá y más allá de la tristeza desde la fe tenemos que poner la confianza en Dios y a proclamar que nuestra vida está en sus manos, la esperanza es que puedan gozar la presencia y la cercanía de Dios que está con el pobre y el que sufre”.
Aunado a esto, concluyó que el lugar de la tragedia ahora es un lugar para recordar, y de oración, “este será un espacio de oración, para que no sea recordado sólo un año sino siempre, los migrantes gozarán siempre de la paz”
Por su parte, el Director de la Pastoral Social y de Caritas, Gilberto Hernández García, mencionó que los migrantes pasan por Chiapas porque “no les queda otra, lamentablemente Chiapas y Tamaulipas son los que registran más violaciones a los derechos humanos, secuestros, y extorsiones, que viene acompañando del dolor de muchísima gente”.
Enfático dijo que “hay que hacer una llamada muy fuerte a la conversión personal a favor del hermano pobre y del hermano migrante, la conversión no sólo tiene que ser de cara a Dios sino de auxilio al que más lo necesita, tiene que tocar todos los aspectos de la vida e incluso el bolsillo”; resaltó que la entidad es una de las más pobres, sin embargo, como sociedad se debe buscar la manera de crecer.
“Vivimos en el estado que registra mayores índices de pobreza, juntos tenemos que buscar la manera de crecer”, puntualizó.
Así mismo, dio a conocer que como Arquidiócesis, ofrecieron al gobierno la Casa del Migrante en Tuxtla Gutiérrez para albergar a los que lo necesiten, apuntando que este lamentable accidente ayude a reflexionar; “tenemos que seguir solidarios con los que más lo necesitan, ahora son los migrantes, y es para derribar las fronteras del egoísmo”.
Cabe hacer mención que en el lugar del accidente las personas de la zona han instalado un pequeño jardín, esto para recordar a quienes buscaron el “sueño americano”, velas, arreglos florales, cruces e imágenes religiosas se pueden observar en la ahora llamada “Curva del migrante”, en donde cada nueve del mes les recordarán con una celebración religiosa.