Desde el inicio de la contingencia sanitaria hasta inicios de 2022, la entidad tuvo una cantidad
considerable de defunciones, la mayoría de los fallecidos padecían comorbilidades
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
El aumento de chiapanecos infectados por la Covid-19 va en incremento y el repunte podría
saturar una vez más el sistema de salud en todos los municipios de la entidad.
De acuerdo a las cifras proporcionadas por el tablero de la Covid-19 elaborado por el Consejo
Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) en Chiapas se reportaron desde el inicio de la
contingencia sanitaria hasta enero de 2022 un total de dos mil 302 defunciones, de las cuales el
65.46 por ciento fueron hombres y el 34.54 por ciento mujeres.
Dentro de estos datos el 46.87 por ciento sufría de hipertensión, el 37.84 por ciento diabetes, el
24.28 por ciento tenía obesidad y el 8.95 por ciento padecía alguna dificultad renal crónica, por
consiguiente, aquellas personas que fallecieron a causa de coronavirus eran consideradas
población de riesgo.
En ese contexto, el 96.39 por ciento de las defunciones ocurrieron mientras se encontraban
hospitalizados en alguna institución de salud pública o privada y el 3.61 por ciento restante,
ocurrió fuera de un centro hospitalario.
Por otra parte, el rango de edad que se vio más afectado durante los picos más importantes de la
pandemia fue de 65-69 años de edad y la misma estadística posiciona a este sector poblacional
como la mayor cantidad de pacientes que recibieron atención médica en alguna institución de
salud privada o pública.
Adicional existe un reporte de 24 mil 990 ciudadanos que contrajeron coronavirus con corte hasta
el 19 de enero de este año, 58 mil 332 pruebas negativas y se tiene la estadística que 65 mil 670
casos han sido sospechosos.
Asimismo, 18 mil 855 chiapanecos se recuperaron con éxito de esta enfermedad y mil 30 casos se
mantienen activos y bajo observación médica en los diferentes centros de recuperación.
El 96.39 por ciento de las defunciones ocurrieron mientras se encontraban hospitalizados en alguna institución de salud pública o privada y el 3.61 por ciento restante, ocurrió fuera de un centro hospitalario