La ONU y organizaciones internacionales expresaron su rechazo a los homicidios de
este gremio afectado en México y al ambiente hostil que generan las declaraciones del
presidente López Obrador contra la prensa
PORTAVOZ / AGENCIAS
FOTO: JACOB GARCÍA
La ONU y diversas organizaciones internacionales condenaron la espiral de violencia y
los asesinatos de periodistas en México. También expresaron su rechazo a los embates
contra la prensa, que incluyen calumnias que el presidente Andrés Manuel López
Obrador lanza sistemáticamente desde la tribuna pública.
Asimismo criticaron que desde la Presidencia se hiciera la revelación de datos privados
del periodista Carlos Loret de Mola y se emitieran acusaciones contra la asociación civil
Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, especialmente a raíz del reportaje “Así
vive en Houston el hijo mayor de AMLO”, caso conocido como el Houstongate y en el
cual se exhibe un conflicto de interés por haber vivido en una residencia de lujo
propiedad de un directivo de la petrolera Baker Hughes, contratista de la 4T.
La oficina de Michelle Bachelet, alta comisionada de la ONU para Derechos Humanos
(ACNUDH), con sede en Ginebra, urgió al gobierno de López Obrador a no denigrar el
trabajo legítimo de la prensa.
“Muchos periodistas han compartido con nosotros los sentimientos de impotencia y
desesperanza que experimentan al realizar su trabajo. Es claro que los periodistas
enfrentan una violencia alarmante con amenazas, ataques, desapariciones y asesinatos
en México”, dice a Proceso la portavoz del ACNUDH, Liz Throssell.
La ONU considera que los ataques a la prensa en México son también atentados al
derecho a buscar, recibir, y difundir información, así como al derecho a la libertad de
expresión.
“Reiteramos nuestro llamado a las autoridades mexicanas para fortalecer la protección
de los periodistas, así como las medidas de prevención, incluyendo la lucha contra la
impunidad, señalando que muchos de estos ataques quedan en la impunidad”, urgió la
ACNUDH.
“El periodo más oscuro”
El International Press Institute (IPI), la red global para el periodismo independiente,
publicó el jueves 17 un desplegado en el diario The Washington Post en el que pide a
México que ponga fin a la impunidad por los asesinatos de periodistas.
Sólo en los inicios de 2022 cinco periodistas mexicanos han sido asesinados, marcando
“uno de los periodos más oscuros para la prensa mexicana en la memoria reciente”,
señala la publicación.
“México mantiene su deplorable estatus como el país más mortífero del mundo para el
trabajo de los periodistas, al igual que en 2021. Al menos 150 han sido asesinados en el
país en los últimos 25 años”, indica el observatorio Death Watch, del IPI.
Los periodistas mexicanos no tienen tiempo para recuperarse de los asesinatos de sus
colegas, dijo al IPI la reportera radicada en Tijuana Gabriela Martínez. En una
entrevista anterior expresó: “Todavía nos estábamos recuperando del dolor de la
muerte de nuestro colega y seis días después ¿necesitábamos llorar por otro colega?
La violencia está en todas partes”.
El IPI también reprueba que la gran mayoría de los crímenes contra periodistas están
impunes, “lo que alimenta aún más la violencia”. Y recuerda el caso de Lourdes
Maldonado: “Era parte de un programa del gobierno local para proteger a los
periodistas en peligro, que finalmente no la protegió”.
Siete periodistas inscritos en un programa de protección federal similar para proteger
a los periodistas han sido asesinados desde 2018, de acuerdo con información oficial.
En 2018, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, prometió “acabar
con la corrupción y la impunidad”, pero la violencia contra los periodistas no ha cesado
desde entonces. En cambio, el presidente se ha dado a conocer por sus ataques
verbales a los periodistas críticos, reprueban los organismos internacionales.
“El IPI exige con urgencia que las autoridades mexicanas realicen investigaciones
rápidas, exhaustivas y transparentes sobre los casos de periodistas asesinados”, dijo el
subdirector del IPI, Scott Griffen.
“Las autoridades mexicanas deben dar con todos los responsables de estos asesinatos,
incluidos y en especial los autores intelectuales finales. Deben introducir de inmediato
medidas más sólidas para proteger a los periodistas en riesgo y garantizar que estas
medidas realmente funcionen. Como dice nuestro anuncio, donde los periodistas no
están seguros, tampoco lo está la democracia”.
Cuestionan la conducta presidencial
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) rechazó la “campaña de descrédito” del
presidente López Obrador contra los periodistas y consideró que “ese tipo de ataques
desde la cima del poder incentivan la violencia contra la prensa”. Instó al mandatario a
que “suspenda de inmediato las agresiones e insultos” contra los comunicadores. El
presidente de la SIP, Jorge Canahuati, condenó “la actitud estigmatizante, de
descrédito y descalificaciones de parte del presidente contra la prensa”.
Canahuati resaltó que es “sumamente peligrosa esta práctica abusiva desde el Poder
Ejecutivo”, una práctica que, advierte, “pone en riesgo la seguridad de quienes ejercen
un periodismo investigativo y crítico que puede incomodarlo”.
Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP,
dijo que “el caso Loret Mola es un ejemplo de la posición vengativa del mandatario”,
quien “usó información confidencial de datos fiscales para atacar al periodista”.
Desde diciembre de 2018 a 2022 han sido asesinados 30 comunicadores, por encima
de la cifra registrada en periodos similares de los gobiernos de Vicente Fox, Felipe
Calderón y Enrique Peña Nieto