A pesar de tener identificado algunos puntos de desembarque, las autoridades siguen sin
erradicar el problema
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
Desde hace seis años el tráfico de migrantes ha cobrado fuerza en la entidad y se realizan por vía
marítima, donde trasladan a extranjeros por rutas desconocidas por las autoridades mexicanas,
según un informe implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
El gobierno canadiense fue el encargado de realizar dicho estudio, que señaló a Chiapas como uno
de los puntos de desembarque para estos colectivos centroamericanos, seguido de Oaxaca,
Quintana Roo, Yucatán, Veracruz, Baja California y Ciudad de México, este último se caracteriza
por ser el punto de reunión de los migrantes.
El tráfico ilegal de migrantes es un fenómeno que no figura en la agenda pública o que no es
considerado como un problema de relevancia, sin embargo, los pobladores y las instancias de
seguridad nacional han mantenido constantes enfrentamientos; el primer grupo teme perder el
control de los municipios fronterizos y el segundo propone mantener el orden hasta regularizar su
situación legal.
Dentro de los riesgos a los que se exponen los extranjeros son: verse involucrados en asaltos,
contacto con el crímen organizado y ahogamientos, tal como sucedió en 2017, cuando se reportó
la muerte de 13 salvadoreños, tres de ellos eran menores de edad en Barra de San José en
Chiapas.
Tanto la Secretaría de Marina (SEMAR), la Fiscalía General de la República (FGR) y el Instituto
Nacional de Migración (INM) tienen noción que el puerto Ocós o Champerico, ubicado al sur de
Guatemala y Tapachula es el más utilizado por los traficantes.
Según lo documentado en el informe del gobierno de Canadá, se tenía un registro hasta el 2019 de
fallecidos y desaparecidos por 40 mil personas en situación de movilidad, que nunca más fueron
encontrados en su travesía por el “sueño americano”.
El acceso ilegal de migrantes se puede dar por tierra, mar o aire, no obstante, cualquier vía que
prefieran tomar los centroamericanos representa un riesgo a su vida.
Se tenía un registro hasta el 2019 de fallecidos y desaparecidos por 40 mil personas en situación de movilidad