Los cambios climáticos y la suspensión de apoyos al campo son factores que impactan en la
producción final de este alimento
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
Debido a la falta de apoyo gubernamental en el estado, los agricultores han desistido en continuar
con sus actividades de siembra y cosecha, por ende, implementar nuevos proyectos agrícolas
podría impactar de forma determinante en la economía de este sector.
El productor de granos de la región, Otilio Wong, comentó que el Gobierno sigue sin ofertar apoyo
económico a todos aquellos que viven del campo y la situación que experimenta el campo
mexicano se encuentra en una de sus peores crisis, aunado a los efectos irreversibles del cambio
climático.
“Desde hace tres años, dejamos de recibir cualquier clase de cobertura o financiamiento adecuado
para nuestras tierras, la sequía y el mal clima hicieron una mancuerna perfecta que reduce nuestra
capacidad de producción y esto desemboca en crisis en nuestras tierras y en nuestra gente” indicó
Wong.
Con anterioridad se disponía de 25 mil hectáreas de tierra donde se trabajaba con soya en la
frontera sur, sin embargo, con el abandonó de los sectores gubernamentales y otros factores
ambientales, el área de trabajo se redujo a solo 10 mil, esto significa un retroceso del sector rural
de México y las autoridades deben atenderlo a la brevedad.
También los campesinos señalaron que este sexenio se distinguió por anular los programas de
apoyo que perjudicaron a 600 agricultores de los cuales hasta este año solo subsisten 300.
Enfatizaron el descontento con el programa “Sembrando Vida”, dado que, apoya e impulsa a los
productores de mayor tamaño, cuando debería ser en un régimen equitativo, por ello, los apoyos
a los agricultores minoristas debería ser el principal objetivo.
Asimismo, los efectos del calentamiento global se hacen presentes al momento de intentar
cosechar, puesto que, el calor seca los ríos y afluentes de agua en temporadas de seca, lo que
ocasiona un declive en la cosecha.