Dichos descubrimientos permiten conocer más en relación al aprovechamiento animal para fines
religiosos en la cultura maya
MIROSLAVA HERNÁNDEZ/PORTAVOZ
En recientes fechas, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Secretaría de
Cultura, dieron a conocer el hallazgo de cientos de restos animales, una decena de semillas, un kilo
y medio de carbón, cuentas muy pequeñas hechas de conchas, al igual que fragmentos de un
milímetro de piedra verde, los cuales fueron localizados en la construcción conocida como El
Palacio, el complejo más grande dentro de las ruinas de Palenque, en Chiapas.
Al respecto, Mystery Planet refiere que probablemente sirvió como centro ceremonial y
administrativo durante los siglos VII y VIII d. C.
En lo que concierne al descubrimiento, informó el INAH que los restos formaban parte de los
depósitos rituales de la cultura maya, los cuales corresponden con la celebración de banquetes, en
los que tanto la comida como los objetos usados eran colocados en cavidades y quemados, cuyas
actividades eran realizadas para inicios ceremoniales de importantes proyectos arquitectónicos o
para eventos rituales.
La identificación de los restos de animales se dio por medio de un proceso de tamizado fino con
agua y material flotante, para el cual se necesitó que los investigadores construyeran dos soportes
de madera con una malla estrecha de un octavo de pulgadas, al igual que la excavación en el
depósito en la “Casa B” en la esquina suroeste de El Palacio, al igual que en el depósito ubicado en
la “Casa E”.
Al finalizar el tamizado se identificaron 17 especies, de las cuales el 58 por ciento corresponde a
estructuras óseas de peces; el 19 por ciento a molusco; el 11 por ciento a crustáceos; el cinco por
ciento a aves, el cuatro por ciento a reptiles y el tres por ciento a mamíferos. Que reconocidos por
su nombre común son animales como el mejillón de agua, el caracol de tierra, el caracol de
manzana, el cangrejo de agua dulce, mojarras, tenguayaca, lobina blanca, codorniz, tortuga
blanca, armadillo de nueve bandas, perro doméstico, cérvido y venado de cola blanca.
Informaron que el 70 por ciento de las especies identificadas fueron descubiertas en el depósito
de la “Casa E”, correspondiendo un 12 por ciento a peces y un 10 por ciento a moluscos, mientras
que los porcentajes más bajos corresponden a reptiles, mamíferos y aves.
Dichos hallazgos indican que los habitantes de la cultura maya asentados en Palenque, explotaron
principalmente los recursos de los cuerpos de agua dulce cercanos como arroyos, ciénegas,
lagunas y ríos, como el Arroyo Michol y la Laguna de Catazajá, o el río Usumacinta en la zona de
Jonuta, Tabasco.