La disputa de tierras lleva más de 40 años, pese a existir medidas cautelares por la CIDH, el
Gobierno mexicano continúa sin desarticular al crimen organizado y grupos paramilitares
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
El conflicto agrario entre los municipios de Aldama y Chenalhó cobra más fuerza con el pasar de
los meses, tan sólo en el mes de abril se han registrado 437 ataques armados contra la población
civil, donde resultaron heridos una menor de edad y un músico contratado en un evento religioso,
aseguró el director del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba), Pedro
Faro.
En entrevista para el medio nacional, Aristegui Noticias, el director del Frayba indicó que la
situación de desplazamientos forzados se encuentra en un punto crítico, los relacionados a las
agresiones contra el pueblo de Aldama son el crimen organizado y grupos de corte paramilitar.
La institución ha documentado y denunciado los hechos a las autoridades del Estado mexicano, sin
embargo, hasta la fecha no existe una investigación para desarmar a estos colectivos
delincuenciales, quienes agreden a los pobladores todos los días a las 12 comunidades indígenas,
indicó Pedro Faro.
El conflicto que se suscita entre ambos municipios ha dejado un saldo de dos heridos en abril, una
niña de nueve años y un músico.
La violencia que aqueja a la comunidad es palpable y cualquier persona podría visibilizar que es
una zona de guerra, porque de 2016 a 2020 se reportaron mil 263 ataques armados y durante
2021, se contabilizaron mil 468 percances, esto es un indicador que la inseguridad sigue creciendo
en forma exponencial y las autoridades siguen sin frenarla, apuntó Pedro Faro.
Por otra parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió a las autoridades
de los tres niveles de Gobierno, identificar a los grupos agresores, al igual que averiguar quién los
financía, de dónde obtienen las armas y el entrenamiento.
Aunque la información brindada por el Gobierno mexicano enfatizó que la Guardia Nacional (GN) y
el Ejército Mexicano realizan sus patrullajes, el director del Frayba expresó que continúan
cometiendo actos de manera impune.
Cualquier persona podría visibilizar que es una zona de guerra, porque de 2016 a 2020 se
reportaron mil 263 ataques armados y durante 2021 se contabilizaron mil 468 percances