Mediante una huelga de hambre de más de 130 días, se han manifestado dentro de las prisiones
para exigir sus libertades
MIROSLAVA HERNÁNDEZ/PORTAVOZ
Presos políticos indígenas del estado de Chipas se han proclamado en contra de los tratos a los
que son expuestos dentro de las prisiones, como el caso de Marcelino Ruiz, quien ha denunciado
las agresiones contra su integridad física de las que ha sido víctima, en las que ha señalado que por
medio de golpes ha sido torturado por parte de las autoridades, para obligarlo a declarar en su
detención, la cual habría ocurrido de manera arbitraria hace más de tres años.
Dicha situación, llevó a Marcelino a presentar una denuncia ante la Fiscalía Antitortura, para exigir
justicia por abuso de autoridad y violación a sus derechos humanos, toda vez que por medio de la
tortura a la que fue sometido, su integridad física se vio vulnerada.
Ha relatado que el día de su detención fue esposado y vendado de los ojos para que no pudiera
ver a dónde los trasladaban, posteriormente, en el lugar donde permaneció fue torturado física y
psicológicamente durante tres días, tiempo en el que fue golpeado mientras permanecía atado a
una silla, y obligado a firmar para autoinculparse.
Dado a los malos tratos que reciben dentro de las cárceles, se han proclamado en búsqueda de
justicia, libertades incondicionalmente y en general, mejores condiciones dentro de las mismas,
puesto que Marcelino es tan sólo un caso más de los presos políticos que al permanecer recluidos
en las prisiones son violentados dentro de ellas.
Fue en marzo de 2019, cuando Marcelino decidió alzar la voz, obligando a las autoridades
estatales a revisar su expediente penal, quienes evidenciaron las violaciones a sus derechos
humanos, así mismo ha recibido el apoyo de sus familiares quienes agrupados dentro del Colectivo
de Familiares de Presos en Lucha, el Grupo de Trabajo no Estamos Todxs y el Centro de Derechos
Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, han documentado su situación, y han acudido a
organismos internacionales para evidenciar las violaciones a los derechos humanos que viven los
presos políticos
Por su parte, Marcelino ha dado a conocer la falta de atención a la salud, falta de alimentación
adecuada y el maltrato que ha enfrentado por alzar la voz y exigir justicia, por lo que ante dichas
condiciones, junto con otros presos tsotsiles han recurrido a medidas extremas, al manifestarse en
contra de los malos tratos que reciben, por medio de una huelga de hambre de más de 130 días
dentro de los penales, a la vez que exigen su libertad, sin embargo, las autoridades continúan sin
atender sus demandas, las de sus familiares y las de las organizaciones nacionales e
internacionales que los acompañan.
Fue en marzo de 2019, cuando Marcelino decidió alzar la voz, obligando a las autoridades a revisar su expediente penal