El análisis permite entender la capacidad de las entidades para generar, atraer y retener talento e
inversión
MIROSLAVA HERNÁNDEZ / PORTAVOZ
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), publicó la edición 2022 de su índice de
Competitividad Estatal (ICE), dicho estudio brinda una herramienta adicional y complementaria para
el análisis de la competitividad mexicana, la cual a la vez permite entender la capacidad de las
entidades y áreas que se tienen que fortalecer.
El índice IMCO, evalúa las capacidades estructurales y coyunturas de las 32 entidades, a través de 72
indicadores, categorizados en 10 subíndices, cuyos rubros son derecho, medio ambiente, sociedad,
sistema político, Gobiernos, mercados de factores, economía, precursores, relaciones
internacionales e innovación. A la vez son clasificados en seis niveles de competitividad, que van
desde muy alta, alta, media alta, media baja, baja hasta muy baja.
Claro está que todas las entidades federativas pueden ser más competitivas, de manera que ICE
actúa como una herramienta para focalizar la atención de los Gobiernos a sus áreas más vulnerables,
dado que el estudio permite conocer aquellas que más han avanzado e identificar los desafíos más
grandes.
Un dato relevante de importancia nacional, revelado en el ICE, indicó la brecha de los ingresos
laborales entre hombres y mujeres fue de 15 por ciento, es decir, mientras un hombre gana 100
pesos por su trabajo, una mujer recibe 85.
Bajo el análisis del ICE se entiende que una entidad competitiva es aquella que genera las
condiciones necesarias para elevar la calidad de vida de los trabajadores y en particular, la edición
2022, fue enfocada en un estudio minucioso sobre cómo es trabajar en México. Es así que con dicho
enfoque la publicación del ICE de este año permite observar un país fragmentado, dado que
mientras en el norte el trabajo provee de mayores ingresos a las familias y en promedio éstas tienen
más acceso a la salud, en la región sur de la república sucede lo contrario.
Los indicadores revelaron que mientras el promedio de los ingresos laborales en estados del norte es
de 10, 500 pesos, en los estados del sur, como es el caso de Chiapas, es menor a seis mil 250 pesos
mensuales. Otro dato señala que a nivel nacional seis de cada diez mexicanos se encuentran
laborando en la informalidad, sin embargo, esta cifra en Chiapas es cercana a ocho de cada diez.
Asimismo, el ICE indicó que, en estado como la Ciudad de México, Nuevo León, Baja California Sur, la
población mayor de 25 años que cuenta con educación, rebasa el 30 por ciento, en tanto que en
Chiapas esta cifra no alcanza el 20 por ciento
De manera que, con estos indicios, el estado de Chiapas en esta edición se colocó dentro del nivel de
competitividad baja, puesto que es uno de los estado donde se concentran más obstáculos
significativos para el desarrollo y por ende prevalecen los altos niveles de pobreza, bajo grado de
escolaridad y poco acceso a la salud.