El canciller, decidido a encabezar la candidatura del partido en 2024, anuncia la creación de
un comité liderado por la senadora Malú Micher
PORTAVOZ / AGENCIAS
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, ha decidido lanzarse de lleno a la
campaña de Morena para suceder a Andrés Manuel López Obrador en 2024. El canciller ha
anunciado este domingo durante un acto en Guadalajara que conformará un equipo para
“ganar la encuesta” interna. Lo presidirá la senadora por Guanajuato Malú Micher, presidenta
de la Comisión para la Igualdad de Género, y lo integrarán más de 300 cargos del movimiento.
“Vamos a ir a escuchar, a proponer, a organizarnos y mantener las ventajas en todas las
encuestas”, ha proclamado Ebrard, quien ha recordado en la puesta de largo de su candidatura
que el propio mandatario ya le señaló en cinco ocasiones. “Hubo mucha especulación: que si
es un destape la reunión de hoy, que cuál es el objetivo. Déjenme decir algo: a mí el presidente
ya me destapó cinco veces, en las mañaneras”, ha afirmado.
En las quinielas, conocidas como juego de las corcholatas, o chapas, López Obrador ha
colocado en varias ocasiones al máximo responsable de la diplomacia mexicana, a la jefa de
Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, o al secretario de Gobernación, Adán
Augusto López. A ellos se suma el líder de la bancada en el Senado, Ricardo Monreal, molesto
en las últimas semanas por la anticipación con la que se abrió la carrera del relevo presidencial.
Cuando faltan dos años para las elecciones, la mayoría de los focos del debate político se
concentran en la vida interna de Morena y en la sucesión, mientras la alianza opositora aún no
ha logrado reponerse de la derrota de 2018 y, sin liderazgos con capacidad de hacerle sombra
al partido oficialista, sigue sumida en una travesía del desierto.
Por eso también es tan relevante esa competición interna y por eso los principales aspirantes
van tomando ya posiciones. “Vamos a organizarnos, vamos a caminar, vamos a recorrer toda la
república mexicana, todos los Estados de la república mexicana para escuchar, para escuchar
como estamos escuchando hoy los puntos, las propuestas, y después proponer”, ha insistido
Ebrard, quien ha llamado a sus seguidores a ser cuidadosos con las reglas establecidas por el
Instituto Nacional Electoral (INE).
Entre aplausos y gritos de “presidente, presidente” y acompañado de Santiago Nieto, hasta el
pasado noviembre titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), el secretario de
Relaciones Exteriores ha aclarado que ni siquiera ha comenzado formalmente la precampaña.
“En lo que estamos es en participar en una encuesta dentro del movimiento que es la
coordinación a nivel nacional de la defensa de la cuarta transformación. Eso es lo que
queremos compañeras y compañeros, ganar esa encuesta, nos vamos a organizar para eso”,
ha especificado. La votación interna, según adelantó el pasado domingo Mario Delgado,
dirigente nacional de Morena, se celebrará dentro de un año, aproximadamente, mientras que
en los próximos meses la formación renovará su estructura local hasta la celebración de un
congreso.
Ebrard, en efecto, encabeza junto con Sheinbaum la mayoría de los sondeos realizados hasta
ahora, aunque Adán Augusto López, un cargo muy próximo a López Obrador y exgobernador
de su Estado natal, Tabasco, va sumando poco a poco preferencias sobre todo de la mano de la
militancia. El equipo que acompañará al canciller en la carrera, además de Micher, tendrá a
otros senadores en la primera línea: José Narro, Lupita Covarrubias, José Ramón Enríquez, Joel
Padilla. Además, habrá más de 25 diputados federales y unos 300 legisladores locales, alcaldes
y regidores.
“Le vamos a pedir a la senadora Malú Micher que nos organice una propuesta para el tema de
la encuesta y ya que la tengas ya nos dices para que instalemos un comité que nos represente
en el partido, que nos represente y que opine cómo se debe de hacer el ejercicio”, ha indicado
Ebrard. Este mismo sábado, el presidente insistió en que ha llegado el momento de pensar en
el relevo aunque le queden todavía dos años y tres meses al frente del Gobierno.
En las quinielas, conocidas como juego de las corcholatas, o chapas, López Obrador ha
colocado en varias ocasiones al máximo responsable de la diplomacia mexicana, a la jefa de
Gobierno de Ciudad de México, o al secretario de Gobernación