Fundación entrega mochilas y material escolar en una primera etapa a más de 40 niñas, niños
y adolescentes, que tienen a sus mamás privadas de libertad
YUSETT YAÑEZ/PORTAVOZ
De acuerdo a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el 84.8 por ciento de las
mujeres privadas de libertad son madres, cabe mencionar que dentro de los centros
penitenciarios no existen áreas seguras y libres de violencia para mujeres, niñas, niños y
adolescentes que fomenten vínculos familiares sanos.
Es por ello que después de semana y media del inicio del ciclo escolar 2023-2024, Jacivi Gómez
a través de “Unidas por la Sangre”, recogieron cientos de artículos escolares y mochilas a
través de la sociedad civil, fueron entregados el día de ayer a niñas y niños cuyas madres están
privadas de la libertad en el Centro de Reinserción Social El Amate, con el objetivo de apoyar
su regreso a clases.
Los niños fueron convocados para su entrega con el objetivo de fortalecer las necesidades y
buscar mejorar las condiciones para menores cuyos padres están en prisión.
Uno de los ejes de la fundación es generar acciones que visibilicen la situación en las que viven
tanto las mujeres como las y los niños que viven con ellas y los que viven con familiares al
exterior, es fundamental para comenzar a implementar programas que atiendan las
necesidades y busquen garantizar los derechos de esta población para su reinsercion social.
Cabe destacar que los niños a la edad de tres años son desapegados de la mamá donde son
trasladados al DIF, quienes se encargan del cuidado de ellos, o bien si tienen familia son
entregados a sus familiares.
A los niños se los lleva el DIF en temporada navideña, ya sea para el 23 o 24 son llevados a las
madres reclusas para que les hagan una fiesta al momento y puedan convivir con ellas. Los
niños que se encuentran en el DIF no pueden ser adoptados a menos que la madre lo autorice.
Actualmente en “El Amate” existen 10 niños que se encuentran con sus madres en la prisión,
aunque el total de niños con mamás recluidas en el penitenciario oscila entre los 114 y 130.
Para las madres extranjeras es el mismo caso que las mexicanas, hasta los tres años se
despegan de sus hijos.