La guardia revolucionaria persa, considerada un grupo terrorista por EEUU y la Unión Europea,
difundió un video sobre su poderío militar para intimidar al gobierno de Benjamin Netanyahu
PORTAVOZ / AGENCIAS
La Guardia Revolucionaria de Irán difundió un video en el que se ufana de sus capacidades
militares para amenazar a Israel. El objetivo es advertir sobre su papel en el conflicto en el
Cáucaso, para que no respalde maniobras azeríes contra Armenia.
Las imágenes muestran el poderío del cuerpo de élite iraní, catalogado por Estados Unidos y la
Unión Europea, como grupo terrorista. El video exhibe músculo militar terrestre, aéreo y naval
como una nueva amenaza a su archienemigo israelí.
El video también está dirigido a Turquía.
Las amenazas de Irán contra Israel son usuales, ya que el régimen persa financia las actividades
terroristas en Medio Oriente, milita la desaparición del estado judio y niega, entre otras
atrocidades, el Holocausto. Sin embargo, en esta oportunidad, apunta contra el gobierno de
Benjamin Netanyahu por otro conflicto, cuya tensión también ha escalado en los últimos meses, el
del Cáucaso Sur.
La tensión se recrudeció en los últimos días en el Cáucaso, donde el ejército de Azerbaiyán inició
ejercicios militares y puso en alerta a Armenia, que denunció que las maniobras podrían ser un
primer paso hacia una agresión militar de Bakú.
Azerbaiyán mantiene hace meses un criminal bloqueo de alimentos a los armenios de Nagorno-
Karabaj
El primer ministro armenio, Nikol Pashinián, ante el peligro de que se trate de una maniobra para
encubrir una agresión militar planificada, expresó su disposición a mantener una conversación
“urgente” con el presidente de Azerbaiyán, Ilham Alíev, para reducir las tensiones en la zona.
Además, como respuesta a los ejercicios de Azerbaiyán, Armenia movilizó a su ejército.
El gobierno armenio ha denunciado el agravamiento de la crisis humanitaria en Nagorno Karabaj,
territorio poblado por armenios étnicos.
Esta semana, Azerbaiyán anunció el comienzo del periodo anual de instrucción de las tropas, que
incluye el desplazamiento de personal militar de sus cuarteles habituales a polígonos y centros de
entrenamiento, así como competiciones entre distintas unidades.
La misión de observadores civiles de la Unión Europea en Armenia (EUMA) ha aumentado sus
actividades de patrullaje en dos regiones fronterizas entre Armenia y Azerbaiyán en el este y sur
del país ante el incremento de las tensiones.
Azerbaiyán y Armenia, que nunca delimitaron sus fronteras, libraron en 2020 una guerra de 44
días por el control de Nagorno Karabaj, contienda en la que Bakú recuperó más de dos tercios de
territorio en la región montañosa y sus alrededores.
Brutal asedio
Tras más de ocho meses de un bloqueo cada vez más estricto, la situación humanitaria en
Nagorno-Karabaj se ha vuelto catastrófica. El pan, alimento básico para muchas personas, se
raciona a una hogaza por familia y día. Los medicamentos críticos se han agotado; hay tan poco
combustible que muchos pacientes no pueden ir al médico de todos modos. Residentes
desesperados han recurrido a las redes sociales para intercambiar, por ejemplo, huevos caseros
por un kilo de azúcar. Una joven madre publicó una foto de leche de fórmula para bebés, diciendo:
“Compraré esto a cualquier precio”.
El asedio representa la táctica más dura empleada hasta ahora por el gobierno azerbaiyano, en su
intento de recuperar el control de Nagorno-Karabaj, un enclave de unos 4.400 km2 en el centro de
su conflicto de décadas con Armenia. Karabaj está reconocido internacionalmente como territorio
azerbaiyano desde la desintegración de la Unión Soviética, pero las fuerzas de etnia armenia se
hicieron con su control en una guerra que duró de 1988 a 1994 (los armenios constituyen la
mayoría de la población). En una segunda guerra, en 2020, Azerbaiyán revirtió muchas de esas
pérdidas. El gobierno azerbaiyano presiona ahora para lograr un acuerdo que completaría su
victoria.
Ahora que rodea el territorio por completo, Azerbaiyán tiene prácticamente todas las cartas.
Pashinyan, ha declarado que está dispuesto a aceptar la soberanía de Azerbaiyán sobre Karabaj y
sus decenas de miles de residentes de etnia armenia. Los armenios aún esperan obtener algún
tipo de garantía de los derechos y la seguridad de los armenios de Karabaj. Pero Azerbaiyán,
impaciente, está intentando acelerar el proceso diplomático, a expensas de la población armenia a
la que afirma querer acoger de nuevo en el redil.