Aunque los operativos de seguridad en Chiapas son constantes, traficantes ingenien nuevas rutas
de distribución
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
Las fuerzas de seguridad de México y Guatemala han trabajado en manera conjunta en los últimos
20 días, donde interceptaron múltiples operaciones de tráfico de combustible en el río Suchiate.
Cerca de 50 toneladas cargadas de hidrocarburos fueron decomisadas el pasado domingo en la
aldea El Triunfo.
La Policía Nacional Civil (PNC) de Guatemala detectó el hallazgo en un punto de alto flujo
comercial, muchas personas y mercancía se trasladan por el afluente que sirve como línea
limítrofe en el sur del país. Las autoridades no lograron detener a los traficantes, quienes se
internaron en las áreas boscosas de Chiapas al momento de desplegarse el operativo.
15 días después, la Secretaría de Marina de México privó de su libertad a cuatro huachicoleros que
navegaban en las costas de Puerto Chiapas con un cargamento de 975 litros de combustible
adulterado y por consecuencia fueron remitidos ante el Ministerio Público de la Federación en la
ciudad de Tapachula.
Ambos decomisos han puesto de manifiesto la existencia de una red de tráfico de combustible que
opera desde Centroamérica, a fin de abastecer el mercado negro en México. Este negocio ilegal
merma por completo las ganancias de Petróleos Mexicanos (Pemex), pone en riesgo la integridad
de los usuarios que no tienen acceso a puntos de venta regulados por la ley y que cuenten con
todos los protocolos de seguridad para su correcta comercialización.
Además, estos eventos expusieron una nueva dinámica en el tráfico de combustible, puesto que se
lleva a cabo tanto por vías terrestres y marítimas, como el Suchiate, que sirve como frontera
natural entre ambos países. Los municipios que presentan mayor problemática son Frontera
Comalapa, La Trinitaria, Motozintla y El Porvenir, lo que ha llevado a los vendedores locales a
ganar terreno en el mercado, sin que hasta el momento se haya puesto fin a esta práctica ilegal.