Son pocas las unidades de transporte que abandonaron el bloqueo carretero y que temen por su
seguridad
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
La desesperación continúa afianzándose en las poblaciones de Motozintla, Mazapa de Madero,
Amatenango de la Frontera y las localidades circundantes que conectan a los municipios de El
Porvenir, Siltepec, Bejucal de Ocampo y Honduras de la Sierra en Chiapas. La razón detrás de esta
creciente inquietud es el bloqueo de carreteras, las interrupciones en el suministro eléctrico y los
actos de violencia que han envuelto a la región en una crisis sin precedentes.
Esta situación ha exacerbado aún más el malestar en la zona al dejar a la ciudadanía sin acceso a
bienes básicos. Algunas unidades de la ruta Huixtla-Motozintla reanudaron servicios, aunque
persiste la incertidumbre sobre cuánto tiempo podrán mantener sus operaciones. Diez unidades
de diversas cooperativas de transporte abandonaron el plantón que sostenían desde hace dos
semanas para transportar a los usuarios en la Costa de Chiapas.
A pesar de la reapertura parcial, los usuarios expresan su preocupación por la falta de información
sobre posibles suspensiones futuras por parte de los conductores; además, solo una terminal
opera con normalidad, lo que ha resultado en una gran afluencia de pasajeros en Motozintla.
Esta difícil situación ha llevado a muchos ciudadanos a caminar largas distancias para obtener
productos básicos y acceder a servicios bancarios en la ciudad, debido a la limitación del
transporte.
Los taxis solo circulan hasta Belisario Domínguez, que representa la mitad del trayecto Huixtla-
Motozintla. Los transportistas solicitaron a la ciudadanía mantener la calma y enfatizaron que se
encuentran en la lucha por mejores condiciones de seguridad para los usuarios y choferes.
Es crucial destacar que el bloqueo persiste y solo algunas combis efectúan viajes hasta los puntos
de bloqueo. La desesperación en la ciudadanía continúa en aumento mientras esperan que esta
crisis se resuelva y la normalidad regrese a sus vidas cotidianas.