La mayoría de víctimas son mujeres, este tipo de violencia guarda muchas similitudes con el
feminicidio
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
Tuxtla Gutiérrez, la capital del estado de Chiapas, enfrenta una situación alarmante que ha
encendido alertas en las autoridades y la sociedad en general: la violencia familiar ha alcanzado
niveles que superan en cifras a algunos de los delitos más comunes, como el robo a casas
habitación, el asalto a transeúntes e incluso el narcomenudeo, indicó la titular de la Secretaría
para la Igualdad de las Mujeres en la región, Gely Pacheco Montero.
Esta tendencia preocupante se acentúa, de manera lamentable durante los fines de semana la
ciudad experimenta un aumento drástico en los casos de violencia familiar. Pacheco Montero
vincula este fenómeno al consumo de alcohol, un factor que no solo exacerbó las tensiones en los
hogares, sino que también potenció y normalizó actitudes machistas, lo que culmina en agresiones
en el ámbito doméstico, al afectar a esposas, novias, parejas e incluso a menores.
La funcionaria destacó la urgencia imperante de abordar estos casos desde una perspectiva de
género. Uno de los obstáculos clave en la lucha contra la violencia familiar es que en muchas
ocasiones no se clasifica de forma adecuada, lo que comparte similitudes inquietantes con el
delito de feminicidio.
Pacheco Montero hizo hincapié en la importancia de un enfoque integral y colaborativo para
combatir la violencia contra las mujeres en Tuxtla Gutiérrez, con la violencia familiar como uno de
los puntos críticos. Esta llamado a la acción resalta la necesidad urgente de tomar medidas
decisivas para abordar esta creciente problemática, otorgar seguridad y bienestar de las mujeres
en la ciudad. La lucha contra la violencia familiar no es solo una responsabilidad de las
autoridades, sino una tarea compartida por toda la sociedad, que debe priorizarse en la agenda
pública de la entidad.