Karla Quintana, extitular de la Comisión Nacional de Búsqueda, señala que se corre el riesgo de
que la población sea dada de baja solo con un indicio de localización o en casos homónimos
PORTAVOZ/ AGENCIAS
La actualización del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) no
se está llevando a cabo por autoridades especializadas y su intención no es obtener la mejor
información posible, sino reducir la cifra total de personas desaparecidas, aseguró la extitular de la
Comisión Nacional de Búsqueda, Karla Quintana.
“La intención es una, está dirigida a ciertas entidades en particular y sí hay un riesgo… No
tendríamos que estar preocupados por si hay una persona más o menos, sino por que hay
personas desaparecidas y una crisis de desaparición en México”, señaló.
De acuerdo con la excomisionada, con el proceso actual de actualización del registro –llamado
censo por el presidente Andrés Manuel López Obrador– se corre el riesgo de que personas
desaparecidas sean dadas de baja solo con un indicio de localización o en casos homónimos o
mediante la instrucción al código fuente del RNPDNO de quitar a quienes, por ejemplo, no tienen
un segundo apellido “con tal de reducir el número”.
En censo “casa por casa” de AMLO
El 31 de julio, el presidente dijo que la cifra de desaparecidos en realidad es menor a la oficial de la
Comisión Nacional de Búsqueda –113 mil 034 hasta esta publicación–, y anunció que, en tres
meses, estaría lista una actualización gracias a un censo “casa por casa” que harían los servidores
de la nación, dependientes de la Secretaría del Bienestar. Tres semanas después, Quintana
renunció al cargo.
Unos días después, el entonces subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la
Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas –que más tarde dejó el cargo para unirse a la
campaña de Claudia Sheinbaum–, confirmó que el censo de personas desaparecidas estaba a
cargo de Bienestar conforme a un convenio de colaboración suscrito con la Comisión Nacional de
Búsqueda.
El censo es revictimizante y carece de especialización: Karla Quintana
Durante su participación en un seminario del Colegio de México, en el cual ocupa un cargo como
investigadora visitante desde el 1 de octubre, Quintana explicó que el desacuerdo central giró en
torno a quién está a cargo del análisis y los cruces de datos. “El problema, en términos de forma,
es que no se está llevando a cabo por autoridades especializadas”, destacó.
“La búsqueda es un asunto de Estado. Nadie está en contra de que se actualice el registro”,
puntualizó. Sin embargo, además de que la forma no es la adecuada, por ser revictimizante y
carecer de especialización, y la única finalidad es reducir registros de personas desaparecidas en
un periodo particular, el llamado censo solo está dirigido a las 23 gubernaturas del partido en el
poder.
Tras 4 años y medio de gestión, Quintana recordó que el reconocimiento, por primera vez, de una
crisis de personas desaparecidas por parte del Gobierno de México llevó a la construcción, en
colaboración con las familias, instancias internacionales y otras instituciones, de todas las
comisiones de búsqueda estatales, centros de identificación humana, el RNPDNO, registros
internos de fosas y otros que antes no existían.
Explicó que cuando ella llegó a la titularidad de la CNB, existía un registro de entre 30 y 40 mil
personas desaparecidas, por lo que la primera tarea fue analizar y construir internamente un
ecosistema para crear el RNPDNO.
Karla Quintana aclaró que no se trata de una sola lista o Excel, sino de una red que permite la
comunicación de las autoridades encargadas de alimentarlo, que son al menos 66: 33 comisiones,
33 fiscalías más otras autoridades y particulares. Sin embargo, más del 90 por ciento corresponde
a las primeras.
Por otro lado, subrayó que hasta su renuncia, presentada el 23 de agosto, había una trazabilidad
para la baja de registros, es decir, solo podía ser llevado a cabo por autoridades buscadoras,
mediante firma electrónica y conforme a la ley, por lo que alertó la importancia de revisar si tras el
protagonismo de Bienestar en el llamado censo, se dará una instrucción diferente al respecto.
A ello añadió que el cruce de bases de datos, de diversos registros, es una herramienta de
búsqueda prevista en la Ley General, sin embargo genera coincidencias que solo son posibles
indicios. A partir de ahí, se tiene que analizar de manera detallada y meticulosa si el hallazgo
sucedió con posterioridad, si efectivamente se trata de la misma persona y cuando se piensa que
así es, comunicarlo a las autoridades que reportaron.
“El hecho de que exista un indicio no significa localización. Hay un trabajo de investigación y
especialización necesario”, subrayó. Si bien admitió que es posible que en el Registro Nacional
exista un subregistro y un sobreregistro, lo que requiere la actualización de la información, esto no
se puede llevar a cabo en los términos actuales del censo instruido por el Presidente a la
Secretaría de Bienestar, que no es una autoridad buscadora ni está capacitada para hacerlo.
Quintana señaló también que aún hay muchos retos en la búsqueda de personas desaparecidas, y
además de la cifra, también debe visibilizarse la prevención, la impunidad y que las comisiones
estatales sean instituciones de Estado y no partidistas. Además, dijo que una preocupación
constante es que la conversación sobre las personas desaparecidas no es generalizada para toda la
sociedad.