Los fenómenos naturales pueden ser de aparición lenta o repentina, están asociados a
eventos de origen geofísico o hidrometeorológicos
MIROSLAVA HERNÁNDEZ/PORTAVOZ
Un reciente estudio reveló que entre 2030 y 2050, las poblaciones ubicadas en las zonas costas
de los estados de Veracruz, Tabasco, Guerrero, Chiapas y Yucatán, serán las más propensas al
fenómeno migratorio, esto, motivado por condiciones climatológicas, así lo dio a conocer la
Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas.
Dicha investigación a cargo de Verónica Valdez y María Calderón, denominada “Movilidad
humana por desastres asociados a fenómenos naturales y al cambio climático en México”,
señala que esta previsión se originará por desastres relacionados con eventos de naturaleza de
aparición repentina o de aparición lenta.
En este contexto, las autoras refieren que los primeros acontecimientos se manifiestan en días,
semanas o incluso meses y pueden ser producidos por sucesos geofísicos, tales como sismos,
erupciones volcánicas, tsunamis, deslizamientos de tierra, o por incidentes
hidrometeorológicos como huracanes, tornados, inundaciones, granizadas, nevadas, olas de
calor o de frío.
Estos episodios, señalaron, serán de aparición lenta y se manifestarán en años o décadas, son
comúnmente asociados a efectos del cambio climático, como sequías, aumento del nivel del
mar o de las temperaturas, acidificación de los océanos, salinización, degradación de la tierra y
de los bosques, al igual que por la pérdida de la biodiversidad o desertificación, estos dos
últimos por su naturaleza son denominados fenómenos ambientales.
Por otro lado, recordaron las eventualidades presentadas en el estado por el desarrollo del
huracán Stan, el cual, ciertamente, tuvo impacto en varios estados, sin embargo, Chiapas fue el
que más daños registró, y no en cuestión material, sino también en pérdidas humanas.
De esta manera, mencionaron que fenómenos de este tipo fueron orquestados por la
deforestación de las zonas montañosas, las cuales se han visto altamente vulneradas por el
desarrollo de nuevos huracanes e inundaciones propiciadas por el desbordamiento de los ríos,
en consecuencia, han ocasionado el mayor desplazamiento forzado interno de personas,
perjudicando a cerca de 800 comunidades y alrededor de 100 mil personas, quienes se vieron
obligas a salir de manera abrupta de estas regiones, reubicando a un promedio de 84 mil
personas en refugios improvisados.