Las autoridades culturales en la entidad tendrían que priorizar la preservación del patrimonio
lingüístico de Motozintla
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
La etnia mochó en Motozintla enfrenta la amenaza inminente de perder su lengua, debido a que
los últimos hablantes se encuentran en edad avanzada y poco a poco empiezan a fallecer. Por lo
tanto, en un plazo no mayor a 10 años podría desaparecer de la entidad, señaló el antropólogo e
investigador, Ulises Morales Flores.
La tragedia se evidenció el pasado 6 de enero con el deceso de Juana Ortiz Gutiérrez, una
distinguida hablante mochó y organizadora de la fiesta en honor a San Francisco, a la edad de 89
años. Este evento marcó una pérdida significativa para una de las etnias más vulnerables de
Chiapas.
“Cuando un anciano fallece, se pierde una parte de la historia no registrada, arraigada en la
memoria. Esto resulta en un vacío de identidad para nuestras generaciones, incapaces de
comprender su origen y significado de la vida en un entorno histórico como Motozintla y sus
alrededores”, expresó el investigador.
La posibilidad que la lengua se extinga por completo en una década es alta y gran parte de este
fenómeno se le atribuye a la falta de interés de las nuevas generaciones por la preservación de su
cultura y tradiciones, puntualizó Morales Flores.
El mochó, derivado del Q’atok o Motozintleco, es una lengua en peligro crítico, según el Instituto
Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI). El
Atlas de los Pueblos Indígenas de México fijó su atención en dos ubicaciones como Motozintla y
Tuzantán, donde el número de hablantes de dicha lengua se reduce a 117. Comparado con otras
13 lenguas originarias, el mochó se encuentra al borde de la extinción.
En un llamado desesperado, el antropólogo instó a la acción inmediata para preservar esta riqueza
lingüística y cultural única de Chiapas. La urgencia radica en evitar que la lengua mochó
desaparezca, llevándose consigo una parte invaluable de la identidad de la región.