Uno de sus objetivos es impulsar a la danza como una de las artes con mayor valor en la escena artística
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
Existen pilares fundamentales que sostienen el mundo de la música y la danza. Nancy Santander, una profesional cuya pasión por la música y el baile se convirtió en el motor de una carrera en constante ascenso, personifica la unión entre dos expresiones artísticas. Su trayectoria tiene logros impresionantes, al fusionar destrezas como Tour Manager en destinos como China y las emblemáticas ediciones del Tomorrowland.
Su influencia no se limitó a la pasión como espectadora; se convirtió en agente activa al impulsar conexiones profundas entre los artistas y su audiencia, como Tour Manager para la talentosa Jessica Audiffred en China, dejó huella en festivales como Ultra Miami y EDC Las Vegas, que le permitió crear vínculos duraderos tanto con los medios como con los talentos musicales.
La versatilidad y visión de Nancy se expanden en múltiples direcciones, fundó una revista digital dedicada a la danza, al igual que un podcast cautivador que desvela las experiencias y narrativas de los bailarines más destacados en México y Latinoamérica. Este ambicioso empeño demuestra su compromiso inflexible con la promoción de la comunidad artística, abriendo un espacio para las historias que a menudo ocurren al fondo de los escenarios.
Tengo entendido que tienes dos aficiones que son la música y la danza.
“Sí, en ese tipo de cosas son los rubros donde me muevo más y trato de fusionar ambas porque sigo mucho la línea artística. Aunque todavía hay sueños pendientes, es algo que me fascina. De hecho, hace unos meses impartí una master class de acreditación de medios y lo hice desde mi experiencia, fui reportera y hay cosas que se desconocen. Al final, aquellos que nos gustan los festivales y la música soñamos con iniciar en este rubro, pero no sabes cómo empezar y por ello quise hacer esta master”, comentó.
¿Cómo fueron tus inicios en la industria?
“Soy super apasionada a las artes en general y durante la mitad de mi carrera fui maestra de danza. Entonces, en una ocasión vi una convocatoria en Twitter de un medio de música electrónica, para ese momento yo ya era aficionada de los festivales y solicitaban redactores web, reporteros y demás, así que apliqué y me quedé. Se acercaba una edición del EDC México y yo quería estar ahí, sin embargo, no formé parte del equipo que cubriría el festival, pero compré mi boleto y me acerqué al stand del medio para ayudarles. Así que mi iniciativa junto a mi comprensión del inglés me ayudó a pasar de ser redactora a reportera y en un festival me tomaron por sorpresa con una entrevista a Nicky Romero e iba con un buen de inseguridades por los nervios, mi pronunciación, entre otras cuestiones, al final, todo salió increíble. Eso me permitió que cubriera varios festivales como Ultra Miami, EDC Las Vegas y muchos más”, narró.
La experiencia adquirida en tu primer medio sin duda te brindó habilidades y contactos que te servirían para tomar proyectos más grandes. Cuéntame, ¿cómo fue este salto profesional?
“Claro, eso me ayudó a conocer muchos contactos, amigos, experiencias y me permitió trabajar con artistas más grandes. Tres años después empecé a trabajar en una agencia y me mandaron a China un mes con Jessica Audiffred como Tour Manager y eso fue el resultado del trabajo de tres años en un medio que me aportó mucho, pero no me remuneraba de manera económica y ahora percibía un sueldo y viajaba, por lo tanto, fue como una inversión de tiempo y esfuerzo que se vio retribuida de manera subsecuente y a mi regreso de China empecé a ganar más reconocimiento, pero todo esto fue de manera inesperada” explicó.
Uno de los momentos más complejos que experimentan todas las personas es saber a qué se dedicarán una vez concluida una carrera universitaria. En tu caso, ¿de qué manera experimentaste dicha transición?
“Justo al terminar mi relación con el primer medio que me dio la oportunidad de desarrollarme, pasaron unos meses y me fui a Los Ángeles tres meses con la intención de encontrarme a mí misma. Ahí descubrí que no quería ser godín y me cuestioné muchas cosas, así que a mi regreso inicié un proyecto que se llama Danzatorio, el cual me ayudó como no tienes idea y me di cuenta de que las relaciones públicas, la logística y el booking de artistas me apasionaba. Así que fue un trabajo de reflexión muy fuerte que consistió en analizar mis objetivos y plantearme un crecimiento en dos aspectos fundamentales como lo son lo profesional y lo económico”, aclaró.
¿Cuáles fueron las principales dificultes que tuviste al irte de tour con Jessica Audiffred en China?
“Tenía el tiempo encima, te hablo de que tuve solo un mes para organizar la logística de Jessica y fue un desafío porque era nueva en la posición de Tour Manager y no hay mucha información en Google sobre ello. Siendo honesta, todo eso lo aprendí sobre la marcha, la cuestión de organizar vuelos, hospedaje, producción, transporte, calendarios, pasaportes, todo eso tuve que resolverlo. Otra cuestión que me tomó por sorpresa fue el idioma, al principio tenía entendido que la persona que nos iba a recibir allá hablaba inglés, sin embargo, resultó que no era así, pero gracias a la tecnología se logró superar esa adversidad”, detalló.
¿Qué es lo que hace un agente de relaciones públicas?
“Un RP o relaciones públicas es el encargado de establecer planes estratégicos para difundir la imagen de un artista o empresa. En mi caso, me buscan muchos artistas emergentes, marcas, bailarinas, sellos discográficos y cualquier persona que se encuentre interesada en incrementar su visibilidad en los medios, hago eventos, logística de conciertos, Ocesa me contrata por proyecto y eso me hace muy versátil en mi área”, contestó.
El año pasado se celebró el Tecate Emblema y tuviste la oportunidad de coordinar a artistas muy emblemáticos como One Republic, los Black Eyed Peas y The Chainsmokers, lo cual se me hace como el sueño de cualquier fan de estas agrupaciones. Cuéntame un poco sobre ello.
“Tecate Emblema es uno de los festivales a los que fui invitada para colaborar por Ocesa, no te voy a mentir, fue un fin de semana de mucho trabajo y logré esta oportunidad por la constancia que he tenido de tocar puertas y mostrar que me encuentro en la mejor disposición de trabajar. Me confirmaron mi colaboración dos días antes del festival y es ahí donde una vez más el dominio del idioma me ayudó, porque el jefe de área del evento no dominaba el inglés y la mayoría de los artistas son extranjeros. Entonces, como ya cuento con la experiencia en relaciones públicas y hablo inglés, me designaron a mí para hablar con los managers y coordinar las entrevistas con dichas bandas, además, algo que es muy importante en este medio es no entrar en modo fan porque puedes llegar a incomodar al artista y tener claro que estás ahí por trabajo. Una vez que terminas es donde te cae el 20 de que cruzaste palabras con estos ídolos y mi niña interior brinca de emoción”, respondió.
Después de todos estos momentos vividos, ¿tuviste algún momento a solas donde comparaste cómo era tu vida hace ocho años y cómo lo es ahora?
“Desde luego, el primero de ellos fue en China, recuerdo que lloré y sentía que no me merecía todo lo bueno que me estaba ocurriendo, me cuestionaba el motivo de por qué me ocurría esto a mí y aparte recibí un mensaje de mi familia donde me felicitaron por cumplir mis sueños y eso me motivó más. Sabía que a partir de todo lo que empezaba a construir nadie me iba a parar, sé que esto es lo mío y el segundo momento crucial fue al ir a Tomorrowland en Bélgica, una vez más no pude contener las lágrimas frente al escenario principal porque yo era esa joven que durante siete años miraba los streamings en televisión y siempre visualicé que a los 35 años acudiría a ese evento por lo costoso que era y en esa ocasión acudí ahí para trabajar. Las únicas palabras que salieron de mi pecho fue decirle al universo que estaba muy cañón y agradecía el encontrarme ahí”, recordó.
Danzatorio es un proyecto personal que se encuentra enfocado en el desarrollo y la difusión del arte de la danza e incluso ahora cuentas con un podcast. Platícame más sobre ello.
“Danzatorio nació en esta época en la que me fui a Estados Unidos a revisar mis prioridades, desde pequeña siempre me ha gustado bailar y he sido maestra de jazz. Entonces, la danza siempre me ha acompañado y es mi terapia; muchos van al psicólogo, yo voy a bailar. Durante mi proyecto final de titulación lo desarrollé, al principio era como un evento de danza, donde yo quise fusionar a bailarinas de hip hop, ballet, folclórico y distintas disciplinas de baile en un show que viera la gente y luego mis maestros me sugirieron que lo enfocara en una revista, así que me di cuenta de que no existía un medio en ese rubro y me aventé a hacerlo. En pocas palabras, Danzatorio es una tesis, empecé a crear redes sociales, a publicar y fue creciendo poco a poco y el boom fue en pandemia, porque gracias a ello se me ocurrió hacer un proyecto llamado «Danza Con Causa» y me di a la tarea de contactar con bailarines de Latinoamérica donde compartían diversos intereses y fue bien recibido. La evolución del proyecto ha sido constante, ahora tenemos un podcast y ahí conversamos sobre darle valor a esta profesión, porque los bailarines son como un doctor o un ingeniero, tienen que recibir un pago digno y empezar un cambio de lo que simboliza la danza en México”, puntualizó.
La danza y la música son dos industrias muy grandes y complejas, uno pensaría que es reducida, pero una vez inmerso en el medio, te das cuenta de las grandes oportunidades para colaborar que existen, en tu perspectiva, ¿cuál es la situación actual de la danza en México?
“Es una industria bastante competitiva porque implica que un bailarín posea técnica y preparación, hay mucha gente que comienza desde muy temprana edad y también existen personas que creen que de las artes no se puede vivir, pero si tú en verdad lo deseas vas a encontrar la forma de lograrlo, como te decía con anterioridad, en la actualidad se lucha porque estos profesionales tengan pagos dignos y sean reconocidos como tal”.
¿En qué momento decidiste migrar de revista digital a un podcast?
“Danzatorio es mi bebé, pero como he estado en colaboración en múltiples proyectos, se me ha complicado un poco darle un seguimiento. Ha tenido rachas de inactividad porque he estado en conciertos, festivales y demás. Entonces, ahora que tenemos el podcast nos unimos a esta tendencia y como líder del proyecto también me gusta estar en cámara y siento que tengo facilidad de palabra. Todo el contenido que creamos le genera valor a nuestra comunidad y es un salto muy grande el que dimos y esperamos que más gente que ama la danza se acerque y se dé cuenta de que es un proyecto bien hecho y con fundamentos”, mencionó.
¿Cómo definirías la magia que evoca la danza y la música en tu vida?
“Ambas hacen que yo sea feliz y me sienta plena porque son dos cosas que disfruto mucho y aunque tuve que elegir entre una u otra para desarrollarme al 100, las dos me llenan muchísimo. La magia de esto, es que hoy en día me permite dedicarme a algo que me gusta, que tenga estabilidad económica, que me ha permitido hacer amigos y viajar. Las dos en conjunto me hacen estar en equilibrio y me han dado una serie de experiencias que no cambiaría por nada”, finalizó.