Ocurrió la detención de dos vehículos con reporte de robo vigente, junto una motocicleta y
armamento
ARGENIS ESQUIPULAS/PORTAVOZ
En un operativo llevado a cabo en Chiapas, elementos de la Guardia Nacional (GN) en
colaboración con efectivos del Ejército Mexicano y la Secretaría de Seguridad y Protección
Ciudadana del estado (SSPC), lograron desmantelar una presunta célula armada.
La acción se desarrolló en la localidad de La Querencia, perteneciente al municipio de Villa
Corzo, como parte de patrullajes rutinarios de seguridad, vigilancia y prevención del delito.
La intervención fue desencadenada por una denuncia ciudadana que alertó sobre la presencia
de individuos armados en un camino de terracería. Al llegar al sitio indicado, las fuerzas de
seguridad avistaron varios vehículos estacionados. Al percatarse de la presencia de las
unidades oficiales, los ocupantes descendieron rápidamente y se dieron a la fuga a pie entre la
maleza, evitando ser capturados.
En el lugar del incidente se encontraron tres camionetas y una motocicleta, en las cuales, a
simple vista, se identificó un considerable arsenal, incluyendo granadas, armas largas,
cargadores y cartuchos útiles. Aunque no fue posible detener a los individuos que
abandonaron los vehículos, las autoridades han iniciado investigaciones para identificar y
capturar a los presuntos delincuentes involucrados en esta operación.
Las autoridades implementaron un cerco de seguridad perimetral tomando las debidas
precauciones, llevaron a cabo la inspección de los vehículos, donde se encontraron los
siguientes elementos: siete armas largas, 34 cargadores, 2,200 cartuchos útiles
aproximadamente, seis granadas para aditamento, una granada de fragmentación y una bolsa
con aproximadamente un kilogramo de aparente marihuana.
En dicha operación conjunta realizada por la Guardia Nacional, el Ejército Mexicano y la
Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del estado de Chiapas se logró la detención de
dos vehículos con reporte de robo vigente, acompañados de una motocicleta y armamento.
Estos elementos fueron asegurados y puestos a disposición de la agencia del Ministerio Público
de la Federación en la entidad para dar continuidad a las investigaciones pertinentes.
GRUPOS DELICTIVOS EN CHIAPAS
En la región de Chiapas, donde operan diversos grupos criminales, el reciente hallazgo de
vehículos con armamento ha intensificado las preocupaciones sobre la pugna entre estos
cárteles, generando estragos en la población local.
El pasado 24 de enero, los habitantes de Chiapas alertaron sobre la presencia y actividad de
grupos criminales. Esta rivalidad ha afectado a los civiles, evidenciando la presencia de un
grupo paramilitar en la Frontera Comalapa y Chicomuselo.
En un comunicado firmado por la Sociedad Civil de Chicomuselo se señala que el grupo
delictivo utiliza la estrategia de involucrar a personas y comunidades en su ataque, buscando
justificación mediante una supuesta “base social”. Esta táctica complica aún más la situación
en la región.
El 6 de febrero, un grupo fuertemente armado aseguró contar con integrantes de presuntos
kaibiles, soldados de élite del Ejército de Guatemala. Este episodio añade un nuevo y
preocupante capítulo a la creciente tensión entre los grupos armados en Chiapas, aumentando
la incertidumbre sobre la seguridad en la zona.
Alarmantemente, se afirma que herramientas de audio y video destinadas a fortalecer la
seguridad en la región se utilizan para actividades ilícitas.
INTENSO TRÁFICO DE ARMAS EN LOS ALTOS DE CHIAPAS
En los últimos años, las autoridades en Los Altos de Chiapas han detectado un preocupante
aumento en el tráfico de armas, especialmente en municipios como San Juan Chamula,
Pantelhó y Chenalhó. Esta región, habitada principalmente por indígenas tsotsiles ha sido
testigo de un incremento en el uso de armas de grueso calibre para resolver diferencias y
controlar territorios.
En San Juan Chamula, las armas están al alcance de aquellos que puedan pagarlas, incluso se
ofertan a través de plataformas digitales como la página de Facebook “Venta de armas en
Chamula”. Entre las armas ofrecidas se encuentran cuernos de Chivo, AR-15, M4, M16, AK-47,
pistolas 9 milímetros, escuadras y otras armas automáticas y semiautomáticas.
Este fenómeno representa un grave riesgo para la seguridad y la paz en la región, exacerbando
los conflictos y poniendo en peligro la vida de los habitantes.
Las autoridades locales y estatales están trabajando para abordar esta problemática y frenar el
tráfico ilegal de armas en Los Altos de Chiapas, pero queda claro que se necesitan medidas
más enérgicas y coordinadas para enfrentar este desafío de manera efectiva.
La proliferación de armas ha alcanzado niveles alarmantes, llevando a las autoridades
tradicionales a tomar medidas drásticas. Una manta colocada por estas autoridades advierte
que aquellos que exhiban armas o realicen disparos se enfrentarán a una multa de 50 mil
pesos.
A pesar de esta advertencia, hay individuos que parecen ignorar la ley, exacerbando la
preocupante situación, las armas, lejos de ser solo un problema de seguridad, se han
convertido en actores clave en los conflictos políticos, religiosos y sociales que han marcado la
historia reciente del municipio.
Un trágico ejemplo ocurrió en julio de 2016, cuando hombres armados perpetraron un
violento ataque en plena luz del día, asesinando al entonces alcalde, Domingo López, al síndico
municipal, Narciso Lunes, y a dos funcionarios más, dejando una cicatriz imborrable en la plaza
pública.
En la región de Los Altos de Chiapas, específicamente en San Cristóbal de Las Casas, diversos
cacicazgos han ampliado su dominio, generando un aumento significativo en la
comercialización ilícita de armas, drogas, pornografía y vehículos robados. Destaca la venta de
automóviles de lujo en el Periférico de San Cristóbal.
Grupos evangélicos han alzado su voz denunciando la presencia de un grupo delictivo conocido
como “Los Motonetos” en el mercado de la zona norte. Este grupo, conformado por indígenas,
se involucra en actividades delictivas como extorsión, asaltos, robos e incluso homicidios
contra taxistas en la zona.
El tráfico de armas en Chiapas ha cobrado relevancia en los últimos años, según señalan
especialistas en la materia. Este fenómeno promueve la formación de grupos armados,
incluyendo tanto a grupos terroristas como a combatientes antiterroristas, lo que borra la
línea entre estos grupos y aquellos que inician como autodefensas pero terminan implicados
en actividades delictivas.
Un informe de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) encabezado por Rosa
Icela Rodríguez, dio a conocer que el flujo de armas provenientes de seis estados
estadounidenses atraviesa tres rutas en México antes de llegar a Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Según el documento entregado al Senado, Washington, Utah, Colorado, Misuri, Georgia y
Florida, son los estados emisores de armamento destinado al mercado ilícito mexicano. Tras
cruzar la frontera, ingresa por Tijuana, Baja California; Nogales, Sonora; Ciudad Juárez,
Chihuahua; Ciudad Acuña, Coahuila, y Ciudad Miguel Alemán, Tamaulipas.
El informe detalla que desde estos puntos, las armas siguen rutas que culminan en Tuxtla
Gutiérrez, Chiapas, y luego se dirigen a cuatro puntos fronterizos del Sureste mexicano:
Balancán, Tabasco; Ciudad Cuauhtémoc, Tapachula y Ciudad Hidalgo, en Chiapas.
Los alarmantes hallazgos se encuentran en el Informe de Actividades de la Fuerza Armada
Permanente en tareas de Seguridad Pública, fechado en noviembre pasado y difundido
recientemente en la Gaceta del Senado.
RUTAS DE TRÁFICO DE ARMAS DE EE.UU. A CHIAPAS
En un informe entregado al Senado con fecha de noviembre de 2023, pero difundido
recientemente el 1 de febrero en la Gaceta del Senado, se revela la presencia de múltiples
rutas de tráfico de armas ilegales que tienen como destino final Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Estas rutas parten desde diferentes puntos de Estados Unidos y atraviesan diversas entidades
federativas en México.
La primera ruta tiene inicio en Washington, Estados Unidos, y recorre puntos estratégicos
como Tijuana y Mexicali en Baja California, San Luis Río Colorado y Hermosillo en Sonora,
Culiacán en Sinaloa, Tepic en Nayarit, Guadalajara en Jalisco, Morelia en Michoacán,
Chilpancingo en Guerrero, Oaxaca, y concluye en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
La segunda ruta inicia en Utah, cruza por Nogales en Sonora y se fusiona con la primera en
Hermosillo, siguiendo el mismo trayecto hasta Tuxtla Gutiérrez.
La tercera ruta parte desde el estado de Colorado, Estados Unidos, entra por Ciudad Juárez en
Chihuahua, pasa por Durango y se une a la primera ruta en Guadalajara, continuando hacia su
destino final.
Por otro lado, la cuarta ruta comienza en Misuri, Estados Unidos, ingresa por Ciudad Acuña en
Coahuila, atraviesa Monterrey en Nuevo León, Ciudad Victoria en Tamaulipas, y bifurca su
camino en Veracruz, dirigiéndose directamente a Tuxtla Gutiérrez o pasando primero por
Oaxaca.
Las últimas dos rutas, la quinta proveniente de Georgia, y la sexta desde Florida, ambas
ingresan a México por Ciudad Miguel Alemán, para después converger en Tamaulipas y unirse
con la cuarta ruta, continuando hacia Veracruz y Tuxtla Gutiérrez.
Según el mapa presentado por la Secretaría de Seguridad Pública federal, estas rutas de armas
ilegales convergen en Tuxtla Gutiérrez y se distribuyen hacia cuatro puntos fronterizos:
Balancán en Tabasco, Ciudad Cuauhtémoc, Tapachula y Ciudad Hidalgo en Chiapas.
Este informe evidencia que estas rutas atraviesan un total de 15 entidades federativas, siendo
11 de ellas gobernadas por Morena, dos por Movimiento Ciudadano, una por el PAN y una por
el PRI, lo que plantea un desafío significativo para el control y la regulación de este tipo de
actividades ilícitas en el país.