Debido a la pobreza en Chiapas, los infantes se vuelven vulnerables ante actividades que
vulneran sus derechos humanos
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
En las sombras de la geografía chiapaneca y su complejo entramado socioeconómico, se gesta una
cruda realidad: la entidad es presa constante de la trata de personas, con niños, niñas y mujeres
como blancos preferidos. Datos revelados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de
Seguridad Pública (SESNSP) colocan a Chiapas en una posición desgarradora: octavo lugar en casos
totales durante los últimos ocho años, séptimo en trata de niños y adolescentes hombres, y sexto
en trata de niñas y adolescentes mujeres.
La directora de la Fundación Internacional Granito de Arena, Susy Villanueva Rodas, mencionó la
escalada de agresiones hacia niños que son reclutados para actividades ilícitas. Destacó la
colaboración con instancias como la Fiscalía General del Estado (FGE) y los tribunales para
proporcionar atención gratuita a todos aquellos que han sido vulnerados.
Como bien se ha mencionado, Chiapas puntea la lista de las demarcaciones territoriales con mayor
cantidad de casos relacionados con la pornografía infantil, pederastia y trata. Algunas señas que
podrían denotar que un menor sufre de este tipo de abusos son: aislamiento social, cambios
físicos, aumento del flujo vaginal en niñas y problemas para interactuar con personas del sexo
contrario, indicó la psicóloga de la fundación, Abigail Martínez.
A pesar de las estadísticas desoladoras, la esperanza reside en la detección temprana, permitiendo
brindar apoyo a tiempo. La fundación ha logrado casos de éxito, donde niños y niñas, con terapia y
acompañamiento, han superado situaciones traumáticas para su reintegración a la sociedad,
siendo Granito de Arena su refugio seguro.
Las cifras pintan un cuadro alarmante: siete de cada 10 víctimas de trata entre 0 a 17 años a nivel
nacional son niñas o adolescentes mujeres. En Chiapas, la cifra alcanza niveles aún más
preocupantes, con ocho de cada diez afectadas correspondiendo a niñas o adolescentes mujeres.
La lucha contra la trata de personas en la entidad se intensifica, con organizaciones como Granito
de Arena que lideran la batalla por la seguridad y el bienestar de los más vulnerables, en un
esfuerzo silente pero vital.