La problemática se genera debido al alto costo de llevar el líquido a las zonas Sierra y
Altos
YUSETT YÁÑEZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
A pesar de contar con una enorme riqueza natural, del vital líquido y cuatro grandes
presas hidroeléctricas, el estado de Chiapas padece una limitada infraestructura en la
distribución del agua así lo dio a conocer el Instituto Estatal del Agua.
De acuerdo a la dependencia, de 81 cuencas hidrográficas, Chiapas aporta el 30 por ciento
de agua dulce del país a lo que se suma una gigantesca reserva de agua subterránea, pero
que no está convenientemente repartida e incluso se encuentra en parte contaminada.
Resaltó que muestra de la problemática de la limitada infraestructura de agua se observa
en municipios como San Cristóbal de Las Casas, Huixtán, Oxchuc, Chanal, Tenejapa y San
Juan Cancúc, donde al menos una tercera parte de la población padece enfermedades y
gastrointestinales derivadas de la falta de saneamiento.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), menos del 50 por ciento de
la población en Chiapas puede abastecerse de agua, debido al alto costo de llevar el
líquido a las zonas Sierra y Altos, donde se asientan las comunidades de mayor pobreza en
el estado y la nación.
Solo en San Cristóbal de Las Casas se necesitarían 100 mil millones de pesos anuales (cinco
mil millones de dólares) para gestionar la infraestructura necesaria, aunque se recauda
algo mas de la mitad en cuotas.
Al mismo tiempo, las cuencas hidrológicas tienen problemas de contaminación por la
deforestación de las zonas altas y el uso de agroquímicos.
Según el Consejo Nacional de Población del 50 por ciento de la población que tiene acceso
al agua recurso, solo en la mitad de los casos llega el agua a las casas.
Además entre el 50 y 70 por ciento del líquido se desperdicia en fugas por la deficiente red
hidráulica, mientras una mayoría de ciudadanos se niega a pagar las cuotas por la
distribución del agua potable.
Tanto el Instituto Estatal del Agua, así como ayuntamientos municipales y organizaciones
civiles ven necesaria la participación de la población para solventar la infraestructura del
agua que pasa por el reconocimiento del pago de cuotas que cubran los gastos de estas
obras de distribución del recurso, saneamiento y alcantarillado.