La entidad ha omitido a este grupo indígena, quienes claman por derecho a su lengua, cultura y
apoyo social
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
En un anhelo por validar su identidad, los indígenas maya akateko, desplazados por la violencia
guatemalteca hace 40 años, se aferran a Chiapas. Con una comunidad de dos mil 700 personas,
buscan que la Constitución local los reconozca, les brinde identidad territorial y acceso a los
programas sociales en beneficio de los pueblos originarios.
En el marco de la celebración del Día Internacional de la Lengua Matera nombrada por la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco),
presentaron una iniciativa para reformar el artículo siete de la Constitución estatal y encontrar
legitimidad ante Gobierno chiapaneco. Algunos maya akateko nacionalizados mexicanos,
recuerdan el exilio: “Llegamos a la frontera y México nos brindó ayuda”.
A pesar de las presiones del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur)
y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) para regresar a Guatemala en sus
primeros años de migración, la comunidad decidió quedarse en Chiapas. Localizados en La Gloria,
La Trinitaria, con más de dos mil 751 hablantes, su lengua Akateko no figura en la constitución
estatal, a pesar de estar reconocida a nivel nacional.
La investigadora del Centro Estatal de Lengua, Arte y Literatura Indígena, María Pérez Sánchez
destacó la riqueza lingüística y cultural del grupo akateko. En Chiapas, solo 12 lenguas están
reconocidas, excluyendo al akateko. La guerra genocida de Guatemala en los años 80 los empujó
hacia México, donde se asentaron en La Trinitaria.
Desde 2021, luchan para ser escuchados por el gobierno mexicano y así obtener el reconocimiento
lingüístico, esencial para acceder a beneficios y políticas de desarrollo. La falta de reconocimiento
limita su participación en proyectos y gestiones de apoyo.
Los indígenas akateko, añadieron: “Nuestro idioma es como nuestro papá, mamá, tienes que saber
tu historia, cómo llegaste, si no, no vales, sin documentos no vales”. La lucha de los Akateko refleja
una búsqueda más profunda: ser reconocidos como parte integral de la rica diversidad cultural de
Chiapas.