En los últimos meses la caza de jaguar, ciervos, guacamayas y diversas especies vegetales ha ido
al alza
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
En Lacanjá Chansayab, la comunidad maya lacandona está en pie de lucha, exigiendo al Gobierno
de Chiapas la restitución de su policía ecológica, vital para la preservación de la Selva Lacandona y
sus tesoros naturales que son un patrimonio cultural de la entidad.
El secretario del comisariado del pueblo maya lacandón, Enrique Chankin Najbor, denunció el
pasado 23 de enero de 2023, el retiro abrupto, de la policía ecológica, un cuerpo indispensable
que solía realizar patrullajes estratégicos en las áreas naturales protegidas.
Chankin Najbor expresó su preocupación, al indicar que el comisario Marco Antonio Burguete
trasladó sin autorización y previo aviso al personal de la policía ecológica a la ciudad de Palenque,
por lo tanto, el perímetro de la Selva Lacandona quedo desprotegido. “La policía ecológica era
esencial para combatir el saqueo de flora y fauna. Exigimos su regreso”, subrayó el secretario del
comisariado.
Con anterioridad, la comunidad contaba con siete elementos de policía ecológica, cuya labor era
vital para monitorear y preservar la flora y fauna, dado a que evitaban cualquier actividad que
fomentara la caza y saqueo ilegal de los recursos y especies de la región.
“Hemos observado un aumento en la cacería furtiva de especies como la guacamaya, jaguar y
venado. La ceiba, cedro y chicle son las especies vegetales más afectadas”, lamentó Chankin
Najbor.
A pesar de contar con policía rural y lacandón, la comunidad no puede abarcar la vigilancia de las
extensas 614 mil hectáreas de la Selva Lacandona. La ausencia de la policía ecológica ha permitido
a intrusos saquear con impunidad la rica biodiversidad de la región.
La comunidad, preocupada por la pérdida acelerada de su patrimonio natural, hace un llamado
urgente a las autoridades para que intervengan y restauren la presencia de la policía ecológica en
Lacanjá Chansayab antes de que los estragos ambientales sean irreparables.