Estas acciones son un reflejo de la urgencia que comunidades sienten para lograr cambios
significativos en su situación
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
Mediante una lona llamativa colocada en la carreta del municipio de Mapastepec, los habitantes
de los ejidos del Carmen, Narciso Mendoza, Flores Magón, Altamira, Villanueva, Nueva Costa Rica,
Nicolás Bravo 1 y 2, Las Conchas, Benito Juárez, Santa Isabel y las Salinas, expusieron su
descontento por más de 38 años de negligencia gubernamental que ha afectado el desarrollo de
dichas localidades.
La demanda apunta al presidente de México, al exigir su atención inmediata para resolver las
problemáticas que, según ellos, las autoridades estatales y municipales han ignorado durante
demasiado tiempo. Los manifestantes señalaron la falta de avances en la gestión del expresidente
municipal.
El bloqueo carretero se interpuso en el tramo que conecta Tapachula con Arriaga, muy cerca del
desvío hacia la comunidad Sesecapa; esto se erige como un acto de protesta con el objetivo de
demandar una intervención directa del más alto nivel gubernamental.
Hasta el momento, se desconoce si el bloqueo será por unas horas, de forma indefinida o, si en
caso de ser retirado, los habitantes volverán a establecerse en los próximos días. Tampoco hay
información respecto a que si las autoridades ya establecieron una mesa de diálogo con la
intención de atender su pliego petitorio.
La población, cansada de décadas de promesas vacías y carencias evidentes, ha optado por esta
medida extrema para asegurar que sus voces no sean más ignoradas. El llamado a la presencia del
presidente es un intento claro de llevar la atención nacional a las condiciones que han persistido
sin mejora notable durante tanto tiempo.
En medio de este bloqueo carretero, la incertidumbre crece sobre si el Gobierno atenderá este
llamado desesperado de comunidades que sienten haber sido olvidadas, o este acto de protesta
resultará en el punto de inflexión necesario para desencadenar una acción gubernamental
inmediata.
El tiempo sigue corriendo y las consignas azotan a la región, mientras la determinación de estas
comunidades que, cansadas de esperar, han decidido tomar el control de su acciones exigiendo la
atención que merecen.