El Consejo Legislativo aceptó por unanimidad durante una sesión especial, esta nueva iniciativa
PORTAVOZ/AGENCIAS
El Consejo Legislativo de Hong Kong aprobó este martes por unanimidad durante una sesión
especial una nueva ley de seguridad nacional, once días después de su presentación y cuya
vigencia entrará el próximo sábado, que incluye penas por los delitos de traición, espionaje,
injerencia externa, secretos de Estado y sedición, con lo que se amplían los poderes del Gobierno
de China contra los movimientos disidentes.
La nueva legislación, conocida localmente como artículo 23, fue aprobado “a toda velocidad” por
88 de sus 90 miembros, a pedido del líder de la ciudad, John Lee, tras ser debatido desde el
pasado día ocho. El nuevo texto completa la primera ley sobre seguridad nacional aplicada en
2020, tras las manifestaciones prodemocracia del año anterior.
“Hemos estado a la altura de la confianza del país y no hemos defraudado al Gobierno central”,
comentó Lee tras la votación, y aseguró: “Hoy es un momento histórico para Hong Kong”. Resaltó
que el paquete de nuevas leyes es necesario para erradicar los disturbios y luchar contra lo que
describió como “espionaje occidental”.
El presidente del recinto parlamentario, Andrew Leung, señaló que creía que todos los legisladores
se sentían satisfechos de haber participado en esta “misión histórica”. “Estoy totalmente de
acuerdo con lo que dijo el jefe del Ejecutivo: cuanto antes se complete la legislación, antes se
salvaguardará la seguridad nacional”, agregó.
La ley aplicaría penas para una amplia gama de acciones que las autoridades consideran
“amenazas a la seguridad nacional”, y las más graves, incluidas la traición y la insurrección, se
castigarán con cadena perpetua. Los delitos menores, incluido la posesión de publicaciones
sediciosas, también podrían acarrear varios años de cárcel, mientras que algunas disposiciones
permitirán procesos penales por actos cometidos en cualquier parte del mundo.
Las autoridades de China y Hong Kong han argumentado que las nuevas leyes son necesarias para
“tapar lagunas jurídicas” para “restaurar la estabilidad” en la ciudad, bajo el argumento de que su
legislación es similar a otras leyes de seguridad nacional en el mundo.
Su miniconstitución, la ley básica, exige que Hong Kong promulgue una ley de seguridad nacional
propia. Un intento anterior en 2003 provocó protestas callejeras masivas que atrajeron a medio
millón de personas, por lo que la legislación se archivó.
La Unión Europea, Estados Unidos y Gran Bretaña expresaron su preocupación por la nueva
legislación y pidieron a los legisladores que tomaran más tiempo para examinar su impacto.