Dr. Gilberto de los Santos Cruz
Este 18 de marzo se conmemoró el 86 aniversario de que el presidente Lázaro
Cárdenas del Río decretó la expropiación petrolera en México.
¿Qué fue la expropiación petrolera y cuándo ocurrió?
La expropiación petrolera fue una serie de acontecimientos que dieron como
resultado la nacionalización de la industria petrolera, llevado a cabo en el año de
1938, con base en la puesta en marcha de la Ley de Expropiación, promulgada en
el año de 1936 y del artículo 27 de la Constitución de los Estados Unidos
Mexicanos, a las compañías de capital y origen extranjero.
La razón principal de la Expropiación fue la constante negativa de las compañías
petroleras de mejorar las condiciones salariales y laborales de los empleados de
esta industria.
El decreto consistió en la expropiación legal de maquinaria, instalaciones,
edificios, refinerías, estaciones de distribución, embarcaciones, oleoductos y todos
los bienes muebles e inmuebles, de la Compañía Mexicana de Petróleo llamada El
Águila (Royal Dutch Shell), la Compañía Naviera San Cristóbal, la Compañía
Naviera San Ricardo, la Huasteca Petroleum, la Sinclair Pierce Oil Company, la
Mexican Sinclair Petroleum Corporation, la Stanford y Compañía, la Penn Mex
Fuel Company, la Richmond Petroleum Company, la California Standard Oil
Company of México, la Compañía Petrolera El Agwi, la Compañía de Gas y
Combustible Imperio, la Consolidated Oil Company of México, la Compañía
Mexicana de Vapores San Antonio, la Sabalo Transportation Company, Clarita S A
y Cacalilao Sociedad Anónima, así como de sus filiales o subsidiarias.
Además, se estableció que el Estado mexicano tendría el control total sobre la
producción y comercialización del petróleo en territorio nacional, lo que ha
permitido al Gobierno federal tener recursos económicos adicionales a los que
provienen de los impuestos, productos, derechos o aprovechamientos.
Y casi tres meses después de la Expropiación -el 7 de junio de 1938- se fundó la
paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex), dotándola de las facultades necesarias
para realizar todos los trabajos de exploración, explotación, refinación y
comercialización del petróleo en nuestro país.
De esta forma, México realizó la apropiación legal del petróleo que explotaban 17
compañías extranjeras que tenían el control de la industria, para convertirse en
propiedad de los mexicanos.
En 1938, el presidente Lázaro Cárdenas emitió la aplicación directa de la Ley de
Expropiación, donde se señalaba el desposeimiento, por causa de utilidad pública
de edificios, instalaciones, oleoductos, refinerías, tanques de almacenamiento,
vías de comunicación, estaciones de distribución y todos los bienes muebles e
inmuebles de las empresas extranjeras.
Además las compañías expropiadas realizaron un boicot en materia de
refacciones, barcos, productos y otros bienes necesarios para el funcionamiento
de la industria; y hubo presiones de tipo económico que pronto fueron superadas,
por ejemplo, la suspensión estadounidense de compra de plata.
El desarrollo de la controversia entre México, las empresas afectadas y sus
respectivos gobiernos, se prolongó hasta 1942, cuando se aceptó que nuestro
país pagara las indemnizaciones de la expropiación en el mediano plazo.
A continuación, el corrido del 18 de marzo.
En un 18 de marzo,
cuando la tarde rayaba,
ay, surgió una sombra callada
que al viento envió su mensaje,
venia de un hombre seguro
de que a la patria entregaba
potestad sobre un futuro
que entonces no valia nada,
la potestad de un futuro
que entonces no valia nada.
Poeta del desvalido
unión de rifles y arados.
Ay, cumpliste con tu destino
al rescatar lo heredado,
y al enfrentarte a los gringos
hallaste un campo sembrado
con obreros, campesinos
que te entregaron sus manos,
obreros y campesinos
que te entregaron sus manos.
Te doy las gracias, hermano,
por lo que diste a mi gente.
Ay, confianza en un presidente
y amor al hombre del campo.
Dejaste rojos claveles
por el sendero olvidado,
los que con tu sol florecen
en primavera cada año,
los que contigo florecen
en primavera cada año.
Pero hoy que el tiempo ha pasado
y el cielo vuelve a nublarse.
Ay, con tantos buitres que vuelan
porque Santa Anna renace.
Hoy que la patria peligra
y estamos desperdigados
se oye un grito entre las milpas:
¡Lázaro, ven a juntarnos!
Un grito se oye entre las milpas:
¡Lázaro, vuelve a ayudarnos!