Aquellos establecimientos que incurran en malas prácticas se harán acreedores a una
amonestación económica de hasta 24 mil pesos
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
En los últimos meses, una creciente ola de descontento ha invadido a los clientes de restaurantes,
quienes se han encontrado con un incremento significativo en el cobro de propina incluido en la
cuenta final. Este fenómeno ha llevado a un aumento notable en las quejas y denuncias contra
establecimientos, lo que genera una polémica que sigue sin solución.
Ante este escenario, la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados
(Canirac) ha tomado posición, al enfatizar la necesidad de respetar el derecho del cliente a decidir
sobre el monto de la propina, sin imposiciones ni cargos adicionales. Es crucial que los meseros y
el personal de los restaurantes cuenten con un salario base digno, y que la propina sea concebida
como una retribución justa por un servicio excepcional, en lugar de un recargo preestablecido.
El presidente de Canirac, Guillermo Acero Bustamante, ha destacado que la inclusión de la propina
en la cuenta sin el consentimiento del cliente constituye una práctica cuestionable, y que las
regulaciones establecidas por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) son claras al
respecto. Según Bustamante, esta situación puede acarrear multas significativas para los
establecimientos que incurran en estas malas prácticas, las cuales podrían ascender a los 24 mil
pesos.
En este sentido, es importante recordar lo estipulado por el artículo 10 de la Ley Federal de
Protección al Consumidor, que prohíbe a los proveedores ofrecer productos o servicios adicionales
no solicitados o aceptados por el consumidor. Por tanto, se insta a los propietarios y gerentes de
restaurantes a respetar estas normativas y evitar incluir la propina como un cargo obligatorio en la
cuenta final.
En última instancia, Bustamante hizo hincapié en la necesidad de que los establecimientos
supervisen de cerca a su personal, para garantizar que se respeten los derechos del cliente y se
evite cualquier práctica que pueda derivar en sanciones legales.