Redefinen la música con “Te Daré”, un himno al amor que fusiona raíces tradicionales con ritmos contemporáneos
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
En la fusión musical entre México y Chile se encuentra Marrasa, un dúo que irradia pasión y creatividad en cada acorde. Su último sencillo, “Te Daré”, es un himno al amor, envuelto en una atmósfera de sonidos vibrantes y emociones profundas. Este tema fue concebido durante sesiones de improvisación y exploración en un estudio de la Ciudad de México.
La esencia de “Te Daré” reside en su habilidad de entrelazar la tradición del son jarocho con la modernidad de los sintetizadores y beats electrónicos. Con la colaboración del músico tradicional de son jarocho, Iván Fernández Farías, Marrasa logró capturar la esencia misma del mestizaje cultural, al crear una experiencia auditiva que invita a perderse en la magia del amor y la conexión humana.
La canción fue un proceso colaborativo, donde cada nota y cada ritmo surgieron de la sinergia entre los músicos, fusionaron la energía del zapateado y la jarana con la creatividad de la música electrónica. La producción impecable estuvo a cargo de Matías Saavedra Fierro, quien junto a Lucero Farías e Iván Fernández Farías, lograron dar vida a una obra maestra musical.
Desde su debut en 2016 con “Los Gemelos Divinos del Vudú”, Marrasa ha sido reconocido como un proyecto innovador que celebra las tradiciones musicales mientras las reinventa para una audiencia contemporánea. Lucero y Matías, con su combinación única de talento y visión artística, desafían las fronteras musicales y crean un puente entre dos culturas a través de su música cautivadora.
¿Cómo se sienten con el nuevo lanzamiento de su sencillo “Te daré”? “Muy contentos, durante todos estos años hemos implementado nuevos sonidos, nuevos instrumentos, en la sonoridad de Marrasa y esto abre camino a nuestro nuevo destino en el que experimentamos con nueva música y colaboramos con otros músicos”, comentaron.
¿Cómo se conocieron? “En 2016 cada uno estaba inmerso en sus proyectos. Lu era bailadora de Polanco que son embajadores del son jarocho y yo tocaba con Julieta Venegas. Ambos coincidimos en un evento en Valle de Guadalupe, que se encontraba cercano a Tijuana. Ahí nos conocimos en el escenario, después ahí empezamos a nutrir nuestra relación, a desarrollar música, sentimientos entre nosotros, todo fue muy bonito.
Nos conocimos en un verano de agosto y a los dos meses ya estábamos haciendo música, salió nuestro primer sencillo llamado «El Cascabel» que fue la primera propuesta que lanzamos de nuestros dos mundos sonoros. Aunque no ha cambiado mucho el proyecto, sí ha tenido cierta evolución en cuanto a la investigación de la música tradicional y otros géneros. Lo bonito que hemos logrado con Marrasa es llevar nuestro sonido a otros lugares, creamos una identidad a nivel sonoro y proponemos algo novedoso”, explicaron.
La propuesta que ustedes hacen de combinar la música tradicional jarocha con elementos electrónicos, ¿cómo nace? “Yo soy de Veracruz y vengo de la tradición del son jarocho que ha estado presente en toda mi vida y Matías es de Chile, así que, juntamos la esencia de la escuela de la vida de cada uno y eso fue lo que resultó. Toda mi vida he cantado, bailado y tocado este género que se encuentra en mí, mientras tanto, Matías es muy experimental con los instrumentos más electrónicos y al conocerlo, él ya tenía armado su set con todo lo que ya había estudiado y trabajado de manera previa.
Todo nació de forma muy natural al combinar esos dos universos y es un género que denominamos electro-jarocho y algo que tenemos en común es la música y el arte en general. Matías desde muy pequeño estuvo muy influenciado por el folklore chileno y argentino, por lo tanto, cada uno tuvo la oportunidad de impregnar lo que nos salía del alma”, expresó Lu.
¿De qué forma les ha ayudado la música para redescubrirse a ustedes mismos como creadores de arte y como individuo? “Para mí, crear Marrasa me ha permitido ir más allá de mi tradición. Durante muchos años colaboré con Mono Blanco, donde bailaba, pero al mismo tiempo no tenía esta facilidad de aportar algo a la música y eso hizo que pudiera desarrollar esa parte y Matías ha fungido como un gran apoyo en la evolución de mi arte, de no cerrarme a las mil posibilidades que yo quiera experimentar y con respeto a mi tradición”, destacó Lu.
“Fue de manera proporcional la manera en cómo nos hemos entregado la información, o sea, al principio era muy claro que cada quien tenía un rol, pero conforme avanzaba el tiempo, nos dedicamos al proyecto, al grado de compartir nuevos instrumentos y eso nos ayudó a enriquecernos. Siento que para lo que hacía cada uno era bastante novedoso dentro del universo y es una retroalimentación constante”, mencionó Matías.
Su más reciente canción “Te Daré” fue en colaboración con Iván Fernández Farías, ¿cómo fue trabajar con él y qué aportaciones creativas generó en este sencillo? “Bueno, Iván es mi hermano, ambos somos representantes de nuestra tradición. Él es la persona con la que he compartido el trabajo en Mono Blanco y con el que he viajado por el mundo. En esa ocasión estuvo de visita en Ciudad de México. Nos vino a visitar y siempre hemos tenido el gusto de compartir la música, nos metimos al estudio y empezamos a experimentar con los ritmos, sonidos para ver qué resultaba.
Él es jaranero y tenía un punteador que es el que va haciendo la melodía en la música del son jarocho, así que, yo empecé a improvisar cantadas, Matías en la parte más electrónica y llegamos a un resultado magnificó que ayudó a la creación de los próximos temas que iremos exponiendo poco a poco y en «Te Daré» incluimos un verso de Gilberto Gutiérrez que es director de Mono Blanco”, puntualizó Lu.
Vivir y dedicarse al arte en México es una de las cosas más difíciles que existen, ¿cómo ha sido para ustedes entregarse por completo a esta carrera? “Tenemos la fortuna de contar con una dinámica y un estilo de vida que nos proporciona este espacio donde podemos desarrollar nuestras ideas propias. La vida tiene que ver con crear lo que deseas en un espacio pequeño o grande y eso lo llevamos de la mano con la música, con otras actividades que están relacionadas con ella.
Nos hemos dado cuenta que, al mismo tiempo que creamos canciones, que hacemos arte para nuestro disco y nuestro discurso, también hay otro lugar donde tenemos que ver cuestiones más ejecutivas como la gestión del calendario de trabajo para tener proyectos. Entonces, nos sentimos dichosos de poder desarrollarnos en todo el tema del arte. Además, la familia de Lu se ha dedicado al arte toda su vida y ella comenzó desde los 15 años, la encaminaron en este mundo y le demostraron que se puede vivir haciendo lo que te gusta, solo se trata de buscar las oportunidades”, contestó Matías.
Siendo una carrera de altas y bajas y donde ser un artista independiente es un reto, ¿les ha costado encontrar ese equilibrio entre el arte y las cuestiones ejecutivas del proyecto musical? “Creemos que siempre hay que encontrar un punto medio, porque una cosa no funcionaría sin la otra. Nos encanta hacer canciones, tocar y expresar nuestro arte, pero en algún momento también requiere dedicación. Todo lo que uno haga para desarrollar una idea tiene valor y por eso es importante darles difusión a esas canciones, a nuestro trabajo, todo tiene que tener un proceso, desde levantarnos desde la mañana y ver qué nuevas ideas tenemos con la intención de construir”, destallaron.
¿Tuvieron alguna dificultad para combinar los elementos del son jarocho con la música actual? “Nunca fue el plan el combinarlos, todo nuestro estilo ha fluido de manera natural, improvisado si quieres verlo así y de manera constante iba en evolución. El último instrumento que implementamos en nuestra música es el punteador y es algo nuevo, propositivo, es algo posterior al requinto que le da mucha riqueza a las melodías”, añadieron.
¿Qué mensaje quieren compartir al público con su nueva canción “Te Daré”? “Es una canción con versos de amor, reconocimiento entre dos personas, tiene poesía y en este sencillo colabora Iván, quien dice una versada, esto hace que sea la primera vez que aparece una tercera persona en nuestras canciones. También queremos proponer un sonido que proviene de la orquesta jarocha que le da una frescura y se siente muy actual para nosotros”, precisaron.
¿Cómo describirían su evolución musical desde su primer álbum hasta esta nueva etapa de Marrasa? “La verdad que hemos visto nuestro avance porque somos un dueto donde en el primer álbum metimos sonidos e instrumentos y después nos preguntamos cómo tocaríamos todo eso para que en una presentación en vivo sonará como en el disco. Entonces, ahí nos tocó hacerla de multinstrumentista y desarrollar nuevas habilidades de coordinación entre el cantar, bailar, tocar el bombo, los sintetizadores y mil cosas.
Así que también fue como una tarea de estudiar y practicar mucho para replicar nuestras grabaciones y entregar una versión en vivo a nuestra audiencia. El primer disco fue un reto, en el segundo disco ya estábamos familiarizado con nuestro set y este último, es algo que tenemos dominado desde hace ocho años y sentimos que tenemos más libertad, más confianza, pero ha sido un proceso y este nuevo álbum refleja a la perfección todo este viaje musical.
Incluso, recordamos que nuestros primeros conciertos eran un desastre, los ensayos eran un desafío y era difícil trascender ante la presión y el nerviosismo al momento de tocar en vivo. Todo esto fue muy rudo en su inicio, vivimos situaciones complejas, no solo para un músico, sino para una persona y donde no teníamos idea si la gente conectaría con el proyecto. Entonces, Marrasa se ha construido desde cero y estamos muy contentos por ello”, enfatizaron.
¿Qué ha significado para ustedes ocho años de crear música y arte con su proyecto Marrasa? “Para mí, todo lo externo al cuerpo se vuelve como un medio para poder transformar la imaginación y las ideas en cosas concretas. Entonces, todo lo que se ha dado con Marrasa, me ha permitido poder vivir y experimentar infinidad de cosas. Gracias a la música conocí a Lu en el escenario, empezamos a crear canciones, grabar; después nos hicimos amantes, nos amamos, nos casamos, tuvimos una hija, hemos viajado a distintas partes, conoció a mi familia y tenemos una dinámica de constante exploración y que nos saca de nuestra zona de confort.
Marrasa es un medio que nos permite seguir educándonos en este mundo y en este universo, así que nos ha permitido matar nuestra curiosidad”, sostuvo Matías.
“El arte para mí, ha estado en toda mi vida, la música y me siento orgullosa de representar mi tradición. Ahora Marrasa se ha vuelto un proyecto de vida, un proyecto familiar, donde a través de ello podemos viajar, podemos conocer otras culturas y compartir nuestra música”, indicó Lu.
¿Qué viene para Marrasa en las próximas fechas? “Tenemos varios conciertos, el sábado 20 de abril estaremos en el Museo El Chopo en la Fiesta del Libro y el sábado 27 estaremos en Huerto Roma en la segunda edición del One Fest” finalizaron.