Han adoptado una postura proactiva, llevando su lucha a distintos niveles y espacios de
acción
ARGENIS ESQUIPULAS/PORTAVOZ
En un contexto donde la tradición y la modernidad a menudo chocan, el Movimiento de
Parteras Nich Ixim emerge como una voz poderosa en defensa de la partería tradicional e
indígena en Chiapas. Representando a más de 30 municipios, este movimiento abarca
diversas lenguas, experiencias y géneros, uniendo fuerzas para dignificar una práctica
ancestral y luchar por los derechos de los pueblos y las mujeres.
Sin embargo, a pesar de su encomiable labor, el Movimiento Nich Ixim enfrenta desafíos
persistentes que ponen en peligro tanto su existencia como la salud y los derechos de las
mujeres que atienden. La discriminación y el racismo institucional continúan siendo una
realidad, con instituciones que no reconocen la partería tradicional como una opción
válida y segura para las mujeres, lo que amenaza con su desaparición a través de políticas
públicas excluyentes.
Además, se denuncia la violación sistemática del derecho a atender, consagrado en el
artículo 2 de la Constitución. En algunas áreas, como denuncian las parteras, se les
prohíbe atender, especialmente por parte de instituciones como el IMSS Bienestar. El
acoso y la coacción por parte del personal de salud para que las mujeres no opten por la
atención de parteras tradicionales también son moneda corriente, violando su derecho a
decidir sobre su propio proceso de parto.
Un problema adicional de gran magnitud es la falta de registro civil para muchos niños y
niñas nacidos bajo la asistencia de parteras, lo que constituye una flagrante violación del
derecho a la identidad reconocido en el artículo 4 de la Constitución.
Las trabas burocráticas y, aún más alarmante, los casos de condicionamiento de la entrega
de certificados de nacimiento a cambio de procedimientos anticonceptivos, revelan una
situación de vulnerabilidad extrema que requiere atención inmediata y enérgica.
A todo esto se suma el grave riesgo que enfrentan las mujeres embarazadas debido a la
violencia e inseguridad en el estado, lo que ha resultado en tragedias evitables donde
vidas de mujeres y bebés se pierden por no poder acceder a atención médica oportuna.
Ante esta alarmante realidad, el Movimiento Nich Ixim se niega a permanecer pasivo. Con
determinación, están avanzando a nivel estatal, nacional e internacional para hacer frente
a estas injusticias, exigiendo el reconocimiento de la partería tradicional como un derecho
fundamental y luchando incansablemente por la salud y la dignidad de las mujeres y las
comunidades que sirven.
En respuesta a los desafíos persistentes que enfrenta la partería tradicional en México, el
Movimiento Nich Ixim ha intensificado sus esfuerzos para proteger y promover esta
práctica ancestral. Ante la pasividad de las autoridades y la amenaza de regulaciones que
podrían limitar su ejercicio, el movimiento ha adoptado una postura proactiva, llevando su
lucha a distintos niveles y espacios de acción.
A NIVEL ESTATAL:
En un hito histórico, el Movimiento Nich Ixim ha logrado establecer una mesa
interinstitucional en el estado de Chiapas, en colaboración con importantes instituciones
gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil. Esta iniciativa, impulsada por la
Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), busca garantizar el derecho a la salud y el
respeto a los derechos humanos de las mujeres, así como abordar las preocupaciones
relacionadas con el acoso y la limitación de la práctica de la partería tradicional. Además,
se han llevado a cabo reuniones con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)
Bienestar y el Congreso del Estado, donde se han denunciado las injusticias y se ha
abogado por la preservación de esta invaluable herencia cultural.
A NIVEL NACIONAL:
El compromiso del Movimiento Nich Ixim trasciende las fronteras estatales, siendo parte
activa de la Agenda Nacional por la Defensa y Promoción de la Partería Tradicional. Esta
iniciativa, que reúne a parteras de más de 10 estados de la República y a defensoras de la
partería, ha sido fundamental en la resistencia contra propuestas regulatorias que
amenazan con socavar esta práctica ancestral. En un contundente acto de protesta, se
llevó a cabo un foro público en 2023 para rechazar un Proyecto de Norma de regulación
de la partería tradicional propuesto por la Secretaría de Salud.
Ante los recientes rumores sobre la reintroducción de esta normativa, el Movimiento Nich
Ixim advierte que continuará su lucha incansable para proteger los derechos de las
parteras tradicionales y sus comunidades.
AVANCES LEGISLATIVOS HISTÓRICOS:
El 26 de marzo de 2024, se marcó un hito trascendental en la historia de la partería
tradicional en México con la publicación en el Diario Oficial de la Federación del Decreto
que reforma la Ley General de Salud. Esta reforma, impulsada por valientes compañeras
defensoras de la partería, representa un paso significativo hacia la protección y
preservación de esta práctica milenaria. Por primera vez, la ley reconoce el valor de la
medicina tradicional indígena, incluyendo la partería, y garantiza su ejercicio sin
imposiciones ni restricciones.
Se establece el respeto al reconocimiento comunitario hacia las parteras tradicionales,
otorgándoles autonomía para expedir certificados de nacimiento, como las constancias de
alumbramiento, que ya están siendo utilizadas en algunas regiones del país.
En conclusión, el Movimiento Nich Ixim se erige como un bastión de resistencia y
esperanza en la lucha por preservar la partería tradicional en México.
El punto culminante de esta iniciativa tuvo lugar los días 14 y 15 de abril del presente año,
durante el primer encuentro presencial celebrado en la ciudad de Nueva York. Este
encuentro coincidió con la sesión del Foro Permanente de Naciones Unidas para
Cuestiones Indígenas, otorgando así una plataforma global para la difusión de sus
demandas y aspiraciones.
En dicho evento, se leyó una declaratoria que reflejaba las principales demandas de la
Alianza.
CONTINENTAL:
- Impulso a la implementación de la recomendación 39 de la Convención para la
Eliminación de toda forma de discriminación contra la mujer (CEDAW): Se insta a los
estados parte, incluyendo a México, a reconocer y valorar los sistemas de salud, los - conocimientos ancestrales, las prácticas, las ciencias y las tecnologías indígenas, tal como
- lo establece el epígrafe 52 D de dicha convención.
- Creación de mecanismos específicos para la transmisión de conocimientos a las nuevas
generaciones: Se demanda la eliminación de obstáculos y la creación de condiciones
propicias para la transmisión de saberes, siendo los pueblos y las propias parteras los
encargados de decidir cómo y a quiénes se transmiten estos conocimientos, en su lengua
y con enfoque comunitario. - Revisión y modificación de protocolos de la Organización Mundial de la Salud y el Fondo
de Población de las Naciones Unidas: Se exige una revisión de los protocolos que
consideran a la partería tradicional como una opción no segura, poniendo en riesgo su
supervivencia y desvalorizando décadas de experiencia y cuidado materno. - Instalación de una mesa de trabajo permanente sobre partería tradicional e indígena
dentro del Foro Permanente: Se propone la creación de un espacio de diálogo continuo
que impulse medidas concretas para garantizar la protección y el respeto a los
conocimientos y la labor de las parteras tradicionales e indígenas.
MOVIMIENTO DE PARTERAS EN CHIAPAS EXIGE RECONOCIMIENTO Y DIGNIFICACIÓN
En un contundente paso hacia la reivindicación de sus derechos culturales y laborales, el
Movimiento de Parteras en Chiapas ha presentado una serie de demandas fundamentales
que buscan dignificar y proteger la labor de las parteras tradicionales en la región.
Con la firme convicción de que la partería tradicional es un derecho cultural arraigado en
la identidad de los pueblos, el movimiento demanda en primer lugar el reconocimiento y
dignificación de esta práctica ancestral.
Además, exigen el reconocimiento económico para aquellas parteras que así lo deseen,
sin ningún tipo de condicionamiento por parte de las instituciones de salud, como una
forma de retribuir su invaluable servicio a las mujeres de sus comunidades a lo largo de
toda una vida.
Asimismo, el movimiento levanta su voz en contra de la criminalización y persecución que
muchas parteras tradicionales enfrentan por ejercer su labor en el cuidado de los
embarazos y partos en sus comunidades y barrios.
Demandan el libre ejercicio de la partería, así como el derecho de las mujeres a decidir
dónde y con quién quieren parir, así como el registro inmediato de los niños y niñas
atendidos por parteras.
Uno de los puntos clave de la demanda del movimiento es la exigencia al Registro Civil de
Chiapas para que acepte las constancias emitidas por las parteras tradicionales, en
cumplimiento de la reciente reforma de ley aprobada. Esto incluye el trabajo conjunto con
las oficialías de todo el estado para facilitar dicho proceso.
En cuanto a la atención médica, el movimiento demanda servicios de salud accesibles, de
calidad y respetuosos en todas las comunidades para toda la población. Además, exigen la
atención pronta y oportuna de las mujeres con urgencias obstétricas en los hospitales, así
como el respeto a las parteras tradicionales que las acompañan en estos casos.
Otro punto fundamental es el derecho a la protección, conservación y transmisión de los
conocimientos ancestrales de las parteras. El movimiento exige que el Estado de Chiapas
armonice la Ley Estatal de Salud con los cambios introducidos en la reforma aprobada a la
Ley General de Salud, garantizando el cumplimiento de las nuevas disposiciones de
manera inmediata.
Finalmente, el movimiento hace un llamado a todas las parteras para que conozcan los
cambios en la Ley General de Salud y se organicen para defender sus derechos. Reconocen
y agradecen el apoyo de los pueblos y las mujeres que los respaldan, destacando que sin
ellas la partería no sería posible.
En resumen, el Movimiento de Parteras en Chiapas se alza con determinación para exigir
el reconocimiento, dignificación y protección de la partería tradicional, reafirmando su
compromiso con las mujeres y los pueblos que representan.