“Antiboletas” visibilizan aspirantes señalados como agresores, esto refleja discrepancias en
estándares éticos de la contienda
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
En el contexto de las recientes elecciones, ha surgido un fenómeno de protesta en redes sociales
conocido como “las antiboletas”, dirigido hacia candidatos que han sido denunciados por ejercer
violencia de género, pero que, debido a la falta de una sentencia condenatoria, se les ha permitido
participar en la contienda electoral.
Estas “antiboletas” son de forma digital y se comparten a nivel nacional a través de plataformas
digitales. En ellas se incluye la fotografía y nombre de candidatos señalados, junto con detalles
como el partido político al que pertenecen y el cargo al que aspiran, ya sea diputado, senador,
presidente municipal u otros.
De acuerdo con información proporcionada por autoridades electorales, en Chiapas se han
reportado 21 casos en el Registro Nacional de Personas Sancionadas en Materia de Violencia
Política en Razón de Género, la mayoría de ellos presidentes municipales y candidatos a diversos
cargos públicos. A pesar de las denuncias en su contra, estos candidatos lograron impugnar
restricciones y fueron habilitados para competir en las elecciones gracias a decisiones del Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Este fenómeno ha generado un intenso debate en torno a la idoneidad moral de los candidatos
que aparecen en las boletas electorales. Mientras algunos defienden la presunción de inocencia y
argumentan que la falta de una sentencia firme no debería ser motivo de exclusión, otros
consideran fundamental visibilizar y cuestionar la presencia de candidatos señalados por violencia
de género en la vida política del país.
Cabe destacar que, en contraste con estos candidatos no sancionados, la mayoría de las
candidatas en esta elección han sido víctimas de algún tipo de violencia política. Esto refleja una
discrepancia entre los estándares éticos exigidos a las mujeres que participan en la política y la
permisividad hacia candidatos señalados por conductas violentas.
Las “antiboletas” representan un intento por parte de colectivos y ciudadanos de hacer visible esta
problemática y promover un diálogo crítico sobre la integridad y el compromiso ético de quienes
aspiran a ocupar cargos de representación popular.