La falta de acciones concretas por autoridades municipales ha provocado un alza en el comercio
desleal
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
El creciente fenómeno del ambulantaje ha provocado serias incomodidades en los mercados
públicos de Escuintla, Villa Comaltitlán y Huixtla, lo que se traduce a malestar entre conductores y
comerciantes establecidos.
En Escuintla, el ambulantaje ha alcanzado niveles preocupantes, en especial en las inmediaciones
del mercado Benito Juárez. La municipalidad ha cerrado una avenida cercana debido a la invasión
de vendedores, bajo del argumento de que el mercado existente ya no es suficiente para la
demanda.
En Villa Comaltitlán, el mercado Santa Lucía enfrenta desafíos similares. Construido hace más de
60 años, ha visto un aumento de vendedores informales desde que se reubicaron comerciantes
que ocupaban las vías del ferrocarril. Aunque se promete un nuevo mercado para proteger a los
comerciantes de las inclemencias del tiempo, la situación sigue sin resolverse.
En Huixtla, el mercado Miguel Hidalgo, con más de 50 años de antigüedad, alberga a unos 600
locatarios formales que ofrecen una variedad de productos. Sin embargo, la presencia de
vendedores informales en las calles circundantes ha generado fricciones con conductores y
comerciantes establecidos.
La falta de espacio en los mercados existentes ha llevado a un aumento del comercio informal en
las aceras y calles cercanas, esto dificulta el tráfico vehicular y afecta la competitividad de los
comerciantes formales. Además, la carga constante de camiones que descargan mercancías de
otros estados agrava la congestión y el caos en estas zonas comerciales.
Estos problemas exigen soluciones urgentes por parte de las autoridades locales para garantizar el
orden, la seguridad y el desarrollo económico en estas importantes áreas comerciales de Chiapas.
La necesidad de espacios adecuados para todos los comerciantes, tanto formales como
informales, es crucial para mantener un entorno comercial sostenible y equitativo.