Los jóvenes entre 15 y 19 años son los más afectados por dicha condición que deriva de problemas familiares, académicos y económicos
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
Desde el fin de la pandemia, la población ha comenzado a enfrentar una variedad de problemas de salud mental, lo que ha generado un mayor interés en el autocuidado. Sin embargo, en los últimos meses se ha observado un preocupante aumento en casos de adicciones, depresión y ansiedad, según informa la psicóloga y directora del Centro de Integración Juvenil (CIJ) en Tapachula, Ana Lidia Ovando Gordillo.
Al respecto, señaló que, en comparación con años anteriores, ha habido un incremento del 30 por ciento en estos trastornos. Tan solo en los primeros tres meses del 2024 se han reportado 394 casos para tratar a personas con cuadros de adicción, depresión, ansiedad o cualquier otra enfermedad emocional, destacó la especialista.
Al abordar las causas de este fenómeno, Ovando Gordillo indicó que la pandemia jugó un papel crucial al aislar a personas que necesitan interactuar con otras y limitar las actividades recreativas que les ayudaba a sobrellevar su condición. El sector poblacional más afectado son los jóvenes de 15 a 19 años, por ello, el Centro Integral Juvenil de la ciudad ha intensificado sus esfuerzos preventivos para promover el cuidado de la salud mental.
Entre las causas identificadas para estos problemas están el estrés, las dificultades económicas, y las complicaciones emocionales como rupturas amorosas en adolescentes, y la frustración por no alcanzar objetivos académicos, lo que puede reducir el rendimiento escolar.
La psicóloga advirtió que la falta de una buena gestión emocional puede llevar a conductas de riesgo como el consumo de drogas y el suicidio. Por ello, subrayó la importancia de buscar ayuda profesional cuando sea necesario.
La pandemia no solo ha dejado una huella en la salud física, sino también ha tenido un profundo impacto en la salud mental de la población. La labor del Centro de Integración Juvenil y otros organismos es fundamental para abordar y mitigar estos problemas, promoviendo una mejor gestión emocional y ofreciendo el apoyo necesario a quienes lo necesitan.