Autoridades y productores deben trabajar juntos para mitigar los efectos económicos en las familias chiapanecas
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
En Chiapas, el precio de la tortilla podría subir en el segundo semestre de 2024, a pesar de una inflación controlada por debajo del cinco por ciento. La razón detrás de esta posible alza radica en el aumento de costos de combustibles y productos básicos. El presidente del grupo de Industriales de la Masa y la Tortilla Somos Chiapas, José Ramón Salazar Ballinas, advirtió que este incremento afectaría tanto a productores como a consumidores y en especial a las familias más vulnerables.
A principios de año, un pacto nacional logró mantener estables los precios de la harina, insumo esencial para la producción de tortillas, gracias al compromiso de las harineras de no elevar sus precios. No obstante, Salazar Ballinas expresó dudas sobre la sostenibilidad de este acuerdo y de materializarse este ajuste, repercutiría en el costo de las tortillas.
Los productores enfrentan múltiples desafíos adicionales, como el aumento del 150 por ciento en el costo de las refacciones para su maquinaria y el mal servicio de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que afecta la operatividad de los establecimientos. Estas dificultades han obligado a los empresarios a operar con márgenes de ganancia cada vez más estrechos, lo que podría resultar en la transferencia de costos adicionales a los consumidores.
El precio actual de la tortilla en Chiapas varía entre 22 y 24 pesos por kilo, mientras que en los supermercados puede oscilar entre 20 y 25 pesos. El último aumento significativo se produjo el año pasado, con un incremento de dos pesos por kilo. Salazar Ballinas anticipa que después de las votaciones se verá un ajuste en los precios, lo que podría provocar un efecto dominó en la economía local.
La tortilla es un alimento básico en la dieta mexicana, y cualquier aumento en su precio puede desencadenar descontento y tensión social. Los líderes comunitarios y los productores llaman a las autoridades a considerar políticas que mitiguen el impacto de estos aumentos y busquensoluciones que protejan tanto a los productores como a los consumidores.