Fuga masiva en El Infiernito fue desarticulada por la PNC; los reclusos buscaban refugio en México, camuflados entre migrantes
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
En un intento por escapar de la cárcel de máxima seguridad El Infiernito, ubicada en Escuintla, Guatemala, un grupo de 225 reclusos vinculados a pandillas como el Barrio 18 preparaban una fuga masiva hacia Chiapas. Según las investigaciones de la Policía Nacional Civil (PNC), los prisioneros habían planeado su escape de manera minuciosa, al portar armas de fuego y otros objetos para evitar ser detenidos durante su huida.
Las autoridades policiales, tras una exhaustiva investigación, lograron asegurar dos armas de fuego de calibre nuevemilímetros, cargadores y 68 municiones en una requisa realizada la semana pasada. Ante el riesgo de una fuga masiva, se tomó la decisión de trasladar a los 225 reclusos a otras cárceles del país, en un intento por evitar el escape y mantener la seguridad en la región.
Según los interrogatorios realizados, muchos de los reosplaneaban buscar refugio en localidades como Suchiate y Tapachula, para beneficiarse del problema migratorio que experimenta México. Sin embargo, aún no se ha determinado el número exacto de prisioneros involucrados en el plan de fuga, aunque las autoridades penitenciarias han descubierto escondites donde guardaban objetos para facilitar su escape.
Durante los operativos de búsqueda, se encontraron electrodomésticos, aires acondicionados y especies animales en peligro de extinción que los líderes pandilleros mantenían dentro de la cárcel. Ante la gravedad de la situación, las autoridades guatemaltecas han informado a los gobiernos de Honduras y México sobre la investigación, por la posibilidad de que esta operación criminal pueda tener ramificaciones internacionales.
La amenaza de una fuga masiva en la cárcel de El Infiernito representa un desafío grave para las autoridades de Guatemala y México, quienes deberán tomar medidas adicionales para garantizar la seguridad y prevenir la fuga de reclusos peligrosos. Este incidente subraya la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra el crimen organizado y el tráfico de personas en la región centroamericana.