Incidente sin víctimas, evidencía la necesidad de revisión exhaustiva en protocolos de seguridad
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
La reciente caída de la cimbra de un edificio en construcción en Tapachula causó preocupación por posibles actos de corrupción en el otorgamiento de permisos por parte de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (Sedurbe) municipal. Este incidente, que no dejó víctimas, evidencía una serie de irregularidades que podrían estar poniendo en peligro la seguridad de la comunidad y de las construcciones aledañas.
El suceso ocurrió en una obra ubicada en una concurrida intersección de la ciudad, donde la falta de visibilidad de los permisos de construcción y la ausencia de intervención por parte de la Sedurbe para detener la obra o realizar inspecciones posteriores, han levantado serias sospechas sobre la integridad del proceso de construcción en la zona.
Ingenieros locales sugirieron que la omisión de exhibir los permisos de construcción es una práctica extendida en muchas obras importantes de la ciudad, lo que alimenta la percepción de posibles prácticas corruptas en el sector. Estas eventualidades enfatizaron la necesidad urgente de una revisión exhaustiva de los protocolos de concesión de permisos y supervisión de obras en Tapachula.
Ante esta situación, la sociedad civil exigió una mayor transparencia y rendición de cuentas por parte de las autoridades municipales. Se hizo un llamado a la comunidad para estar alerta y a denunciar cualquier indicio de irregularidad o incumplimiento de normativas en el ámbito de la construcción que puedan poner en riesgo la integridad de los trabajadores, estructuras cercanas y los transeúntes.
El colapso de esta cimbra que conformaba un edificio de cuatro plantas, exhibió la importancia de una supervisión adecuada en las obras en curso y el cumplimiento normativo en el sector de la construcción en Tapachula. Es fundamental que el tráfico de influencias y malas prácticas sean erradicas por completo con la intención de garantizar la seguridad de la ciudadanía.