En esta fecha, migrantes no podrán celebrar, solo quieren proveer seguridad y bienestar a su familia
Yusett Yáñez/Portavoz
El Día del Padre no solo se celebra en México cada tercer domingo, del mes de junio, sino también en Venezuela, pero cómo celebrarán los papás que están de paso por la ciudad. Máximo viajó desde Venezuela, acompañado de su esposa y sus dos hijos, para poder solventar los gastos de estadía, trabaja cortando cabello en el campamento provisional de la central de autobuses en la capital chiapaneca.
“Tengo ocho años cortando pelo, gracias a Dios me ha ido bien, cada día mejorando más, y con esto que he venido viajando desde Venezuela, cada camino que me paro, me pongo a cortar cabello para poder sustentar la comida y hacer los pasajes para salir adelante”, mencionó Máximo, papá migrante Venezolano.
A los 19 años este joven se convirtió en papá, señaló que lo más complicado es educar a sus pequeños, él tiene dos hijos, uno de dos años y el mayor de cuatro años, agradece a la vida por este don de ser padre, puesto que nunca pensó que pudiera tener este privilegio.
¿Qué es lo más difícil de ser papá?, “Educarlos, porque ahorita, estos muchachos nacen y nacen como muy avanzados, con una mentalidad no hombre, yo pensé que no podía tener hijos, pero sí, ya me mandó dos diosito, niños, dos varones”.
Como padre dice que toca poner mano dura, sobre todo para que sus hijos aprendan a valorar las cosas.
“A veces soy, como dicen, ogro, porque hay que hacerlo con los niños, porque si uno le da todo, no aprenden a cuidar lo que tienen, lo poquito que tienen”, comentó.
Máximo es un padre sin fronteras, él tiene un sueño, pasar hacia los Estados Unidos por el bienestar de su familia, si bien este Día del Padre, muchas familias celebran a lo grande, hay otras más que, por lo contrario, pasan un día triste, dado que viven en una realidad distinta, lejos de sus lugares de origen sin un padre al lado. Y aunque este domingo es un día especial, su único anhelo es proveer a su familia la seguridad que tanto desean.