Es crucial implementar políticas que aborden las desigualdades económicas y promuevan un
desarrollo equitativo
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
En la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, muchas familias enfrentan desafíos económicos que afectan su
calidad de vida diaria. Con ingresos que a menudo no superan los siete mil pesos mensuales,
deben cubrir no solo los gastos básicos como alimentación, transporte y vestimenta, sino también
costos crecientes de servicios esenciales como agua, luz e incluso Internet, que equivalen a un
aproximado de mil pesos, mimos que se ha vuelto indispensable en tiempos recientes.
Las condiciones de vida en colonias como la 31 de Mayo en Tuxtla Gutiérrez, muestran la realidad
de la alta marginación. Aquí, la falta de recursos y oportunidades limita las posibilidades de estas
familias para mejorar su situación económica. A menudo, se enfrentan a dificultades como el
aumento en los costos de servicios públicos, lo cual ejerce una presión adicional sobre sus
presupuestos ajustados.
La pandemia de la Covid-19 agravó estas dificultades, introduciendo nuevos gastos relacionados
con la salud y la educación en línea, que no estaban contemplados. Familias que ya vivían al límite
de la pobreza lidian ahora con el desafío de adaptarse a una nueva realidad económica, donde
cada peso cuenta y los imprevistos pueden tener consecuencias devastadoras.
El testimonio de muchas familias chiapanecas refleja la lucha constante por mantener la
estabilidad económica y proporcionar condiciones de vida adecuadas para sus hijos. La capacidad
de ahorro se ve comprometida frente a la necesidad urgente de cubrir los gastos diarios y
garantizar el bienestar familiar.
Es imperativo que las autoridades locales y estatales, junto con la sociedad civil y el sector privado,
trabajen en conjunto para proporcionar apoyo integral a las familias más vulnerables. Esto incluye
no solo programas de asistencia social y acceso a servicios básicos, sino también oportunidades de
empleo digno y educación que puedan mejorar las perspectivas económicas a largo plazo.
La situación económica de las familias chiapanecas es un llamado urgente a la acción para
construir un futuro más inclusivo y sostenible. La solidaridad y la colaboración son fundamentales
para enfrentar los desafíos actuales.