Aseguran que irán a huelga de hambre si no son obtienen respuestas positivas
Yusett Yáñez/Portavoz
Este miércoles, decenas de familias desplazadas del municipio de Tila, realizaron una
marcha por la Paz y Peregrinación en el municipio de Yajalón, donde actualmente se
encuentran refugiados en diversos albergues.
Estos hombres y mujeres, piden regresar a sus hogares, solicitan a las autoridades la
intervención y garanticen el retorno seguro a su localidad; sin embargo, también
comentaron que debido a la falta de respuestas positivas, si no hay algo favorable en los
siguientes días, viajarán a Ciudad de México, y comenzarán un plantón en el zócalo.
“Si en los próximos días no hay solución para el retorno, iremos a la conferencia
mañanera, vamos a hacer un plantón en el Zócalo, incluso iniciar una huelga de hambre
frente a Palacio Nacional, “la verdad, no podemos entrar al pueblo con gente
amenazándonos todo el tiempo”, dijo un representante de los desplazados.
Cabe mencionar que este pueblo, desde que sucedieron los actos violentos, permanece
desolado, mientras habitantes responsabilizan al presidente municipal, Limber Gutiérrez
Gómez junto con su esposa, Sandra Luz Cruz y familiares, por gobernar el municipio desde
los últimos 21 años, bajo intereses personales.
Pese a que Gobierno ha reiterado que el Ejército Mexicano y la Guardia Nacional están en
el poblado, pobladores refieren que la presencia de fuerzas armadas no ha conseguido
establecer condiciones de seguridad para su retorno.
“Si la gente regresa a sus casas, va a volver pasar lo mismo, y más grave que antes, porque
ya ha sucedido como cinco veces, siguen las amenazas de Los Autónomos de sacar a toda
la población de Tila”, mencionaron.
Este difícil panorama inició del 4 al 7 de junio, donde un grupo de civiles armados,
identificado como “Los Autónomos”, quemaron 17 casas y comercios, vandalizaron e
incendiaron 21 vehículos dejando un saldo de tres personas muertas.
Puntualizan que la situación en Tila sigue crítica, los pobladores reciben constantes
amenazas de muerte en contra de los desplazados, por lo que no hay garantías para
regresar.