Sin una red sólida de conectividad, el estado no puede integrarse a la economía virtual, lo que
limita su competitividad
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
La brecha digital en Chiapas es un problema urgente que requiere atención inmediata. A pesar de
los avances en la conectividad a nivel nacional, la entidad se queda atrás con solo el 59.9 por
ciento de su población conectada a Internet, en comparación con el 81.2 por ciento a nivel
nacional en 2023. Este dato revelado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), no
solo muestra una falta de infraestructura, sino también una desigualdad que afecta múltiples
aspectos de la vida en este estado.
Uno de los factores críticos que perpetúan esta brecha es la complicada geografía de Chiapas. Las
áreas montañosas y rurales dificultan la instalación de infraestructura tecnológica, lo que encarece
y retrasa la conectividad. El ingeniero en electrónica, Aldo Mancilla Gutiérrez, señaló que muchas
de estas comunidades marginadas quedan fuera del alcance de los proyectos de infraestructura, lo
que agrava su aislamiento y pobreza.
La falta de acceso a Internet en Chiapas tiene un impacto significativo en la educación. La
conectividad es esencial para el acceso a recursos educativos y oportunidades de aprendizaje en
línea. Los estudiantes chiapanecos, sin acceso adecuado a Internet, están en desventaja respecto a
sus pares en otras regiones del país. Esta limitación afecta no solo su desempeño académico, sino
también sus perspectivas futuras de empleo y desarrollo profesional.
El déficit de conectividad también impide el desarrollo económico de Chiapas. Las oportunidades
de negocios y empleo que dependen de Internet son inalcanzables para una gran parte de la
población. Esto no solo afecta a las familias, sino que también frena el crecimiento del estado.
Para cerrar esta brecha, es esencial una acción coordinada entre Gobierno, sector privado y
comunidades locales. Políticas públicas que incentiven la inversión en infraestructura tecnológica
en áreas rurales, junto con programas educativos que promuevan la alfabetización digital, son
cruciales para el acceso a mejorar oportunidades.