La desconexión entre el sistema educativo y mercado laboral, perpetúa el desempleo entre jóvenes chiapanecos
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
En Chiapas, los jóvenes recién egresados de las universidades se enfrentan a una cruda realidad al buscar empleo. La experiencia laboral se ha convertido en un requisito indispensable para muchas vacantes, esto crea un círculo vicioso: sin experiencia no hay trabajo y sin trabajo no se adquiere experiencia. Este desafío es evidente en las ferias de empleo, que, aunque se presentan como una oportunidad, a menudo no cumplen con las expectativas de los aspirantes.
Los expertos señalan que solo un 10 por ciento de los asistentes a las ferias de empleo logran colocarse en un puesto. Esto se debe, en parte, a la falta de preparación para enfrentar los procesos de selección, como las entrevistas laborales. La presión y el nerviosismo pueden llevar a muchos jóvenes a abandonar estas oportunidades. Es necesario un mayor apoyo en el desarrollo de habilidadescomo la comunicación y la confianza, para mejorar sus posibilidades de éxito.
Además, la cultura laboral en Chiapas ha sido influenciada por el nepotismo y el apadrinamiento, lo que dificulta aún más el acceso a empleos formales para quienes no tienen conexiones. Este sistema excluyente ha llevado a muchos jóvenes a recurrir a la economía informal, donde las condiciones laborales son precarias y carecen de beneficios como seguro social y ahorro para vivienda.
Las empresas, por su parte, han incrementado sus exigencias, pidiendo no solo títulos universitarios, sino también dos o tres años de experiencia laboral. Esta demanda desproporcionada deja a muchos jóvenes sin la posibilidad de acceder a trabajos dignos y acordes a sus estudios. Según datos de la Cámara Nacional de la Industria y la Transformación en Chiapas, menos del 40 por ciento de los jóvenes logran encontrar un empleo adecuado.
Para mejorar esta situación, es crucial que se implementen políticas públicas que fomenten la inserción laboral de los jóvenes. Programas de pasantías, mentorías y capacitación en habilidades que puedan ser parte de la solución. Además, las empresas deben asumir un compromiso social, ofreciendo oportunidades a los jóvenes sin experiencia.