La iniciativa gubernamental tuvo una inversión de 32 mil millones de pesos en apoyo directo a productores
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
Seis años después de su implementación, el programa Sembrando Vida, uno de los pilares del Gobierno actual, enfrenta evaluaciones mixtas en Chiapas. Aunque sembraron 260 millones de plantaciones en 210 mil hectáreas, solo el 15 por ciento de la superficie cultivable del estado fue impactada, en la Costa, Sierra y Soconusco. De estos árboles, solo nueve millones fueron destinados para reforestación, lo que es considerado como una estrategia fallida.
Según especialistas y líderes campesinos, Sembrando Vida ha quedado a deber en la mitigación de los efectos del cambio climático, al priorizar más la diversificación agroforestal y el apoyo económico directo a los productores, quienes recibieron cinco mil pesos bimestrales. La iniciativa solo pudo cumplir con el 70 por ciento de sus objetivos.
El ingeniero forestal en el Soconusco, José Miguel Farrera Domínguez, señaló que, aunque el programa ha promovido un modelo agroforestal y diversificación de cultivos como el aguacate Hass, muchos campesinos lo percibieron como una ayuda económica frente a la crisis, más que una estrategia ambiental efectiva. Este enfoque ha generado beneficios a corto plazo en términos de ingresos para los productores.
El impacto limitado del programa en la reforestación y la crítica sobre su efectividad ambiental subrayan la necesidad de revisar y ajustar las estrategias de Sembrando Vida en Chiapas. La evaluación debe considerar no solo los logros cuantitativos en términos de hectáreas y árboles plantados, sino también el impacto real en la recuperación forestal y la adaptación al cambio climático.
Sembrando Vida ha sido una iniciativa ambiciosa que ha beneficiado a miles de productores en Chiapas, pero enfrenta desafíos significativos para cumplir con sus objetivos ambientales originales. La revisión crítica y la adaptación del programa son fundamentales para asegurar que contribuya de manera efectiva tanto a la sustentabilidad ambiental como al bienestar económico de las comunidades campesinas en el largo plazo.