Roberto Chanona
La primera imprenta llegó a Chiapas por la aduana de Comitán -nos dice don Fernando Castañón- el 14 de junio de 1826 a lomo de mula y escoltada por dos dragones. Esta imprenta entró en actividad en San Cristóbal de Las Casas hasta mediados de 1827 con los Decretos de la Primera Legislatura Constitucional del Estado. El 3 de octubre de 1827, el padre Fray Matías de Córdova lanza el semanario El Pararrayo de la capital de Chiapas, segundo periódico en el Estado, puesto que Joaquín Miguel Gutiérrez se les adelantó por meses publicando La Campana Chiapaneca, en la entonces Villa de San Marcos Tuxtla.
En la Campana Chiapaneca colaboraron como redactores Joaquín Miguel Gutiérrez, José Vives, Juan María Balboa, Antonio Castellanos y Manuel Aguilar, designando como encargado de la imprenta al tipógrafo Vicente García.
En 1828 se editó el primer libro. Se trata de la obra “Colección de Decretos del Congreso Constituyente de las Chiapas”, obra en dos tomos. El tomo primero consta de 188 páginas que contienen 72 decretos. El tomo segundo se edita en 1829 bajo el título de “Colección de Decretos del Primer Congreso Constitucional de las Chiapas” y cuenta con 34 páginas.
En la actualidad, las artes gráficas han tenido un desarrollo sorprendente, haciendo que un sin número de gentes vivan de ellas. Al mismo tiempo, se han ido modernizando todos los sistemas de impresión, desde tipos móviles, rotograbados, linotipos y luego offset; lo más modernohoy en día es la impresión digital. Esto ha traído como resultado mayor calidad y rapidez, pero también ha traído un desplazamiento de mano de obra, y muchos empleos se han perdido. Mucha gente de este gremio se ha quedado desprotegida; otros impresores han tenido que cerrar, y la mayoría está severamente afectada.
A esto hay que agregar la existencia de un DecretoConstitucional donde dice que todo el trabajo de impresión del Gobierno tiene que hacerse en TalleresGráficos del Estado; cualquier secretaría que infrinja estanorma, a manera de terrorismo institucional, le llega un oficio de la Contraloría General de Gobierno. La única persona que conocí que nunca trabajó con Talleres fue don Miguel Álvarez del Toro; cuando llegaban a presionarlo,les decía tranquilamente: yo no trabajo con Talleres Trágicos.
Quizás en su momento este decreto tuvo razón de existir: se trataba de la creación de las empresas paraestatales; se trataba del tiempo de don Juan Sabines Gutiérrez. Posteriormente, todas estas empresas fueron un fracaso porque no ha nacido la persona que cuide lo ajeno. Y poco a poco, todo quedó en el olvido y el Gobierno permitía la impresión de papelería en las empresas privadas. Así transcurrieron los años, hasta que llegó el gobernadorPatrocinio González Garrido, y el famoso decreto volvió a entrar en funciones hasta nuestros días para desgracia de los impresores.
De lo que se olvidan es que existen unos mil 200 negocios en el ramo de las artes gráficas en Chiapas. Y estasempresas crean fuentes de trabajo para cinco mil obreros. A razón de tres hijos por trabajador, más la esposa y la casa chica, nos da un total de 25 mil gentes aproximadamente, que se las están viendo negras desde hace varios años.
Es importante remarcar que no se trata del cierre de esta empresa paraestatal de Talleres Gráficos que da trabajo apenas a 70 obreros. Si no se trata de que el Gobierno permita a los impresores competir para obtener honradamente trabajo. La libre competencia siempre es sana para todas las economías. Buscar mejores precios, entregas más rápidas, estar a gusto con la calidad, es un derecho que tenemos gracias a la libertad, gracias a la democracia.
No hay que olvidar que los Talleres Gráficos de la nacióncerraron sus puertas para dedicarse exclusivamente a la impresión de libros de texto de nuestro país. De igual forma, Talleres Gráficos del Estado se puede dedicar a la impresión de los informes, de los libros y todos los trabajos grandes que imprima nuestro Estado. Y dejar los trabajos menores como folletos, papelería, tarjetería, invitaciones para este gremio que está severamente afectado.
Un error grave que cometieron nuestros impresores fue, la desaparición de la Cámara Nacional de la Artes Gráficas (CANAGRAF), porque a través de ella, era el medio legal para demandar trabajo al Estado. Desgraciadamente por falta de asesoramiento legal, desunión dentro del gremio,los impresores quedaron desprotegidos.
Y a pesar de los muchos intentos que ha hecho este gremio de hablar con los gobernantes pasados para que abran esta fuente de trabajo, siempre les han dado atole con el dedo; lo más gracioso es que, nunca les han dicho NO, pero no les dicen cuándo; quizás por eso César Vallejo decía: ¡qué cálida es la nieve, ¡qué fugaz la tortuga, el cómo qué sencillo, que fulminante el cuándo!
Y cuándo llegará ese día… quizás cuando llegue un gobernante sabio que camine entre sus jueces, que se mireen los espejos interiores y se busque en los otros, los otros que le darán plena existencia en la memoria del pueblo;entonces, llegará ese día.