Colaboración entre Gobierno y comunidades ha sido clave en la recuperación de inmuebles
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
El sismo de 2017 dejó una marca profunda en Chiapas, al afectar numerosos inmuebles de valor patrimonial. Para enfrentar esta situación, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, liderada por Alejandra Frausto Guerrero, destinó 49.5 millones de pesos para la restauración de estos bienes culturales. Esta inversión es parte de un esfuerzo nacional más amplio, que ha abarcado once estados y busca preservar el legado histórico de las comunidades afectadas.
En Chiapas, 34 obras fueron programadas para su restauración, de las cuales 23 ya se han concluido, y 11 están en proceso. Este progreso destaca la capacidad de coordinación entre diversas entidades gubernamentales y las comunidades locales, subraya la importancia de la colaboración en la recuperación del patrimonio cultural. La restauración de casas y templos revitaliza el entorno social y económico.
El Plan Nacional de Reconstrucción, con una inversión total de 10 mil 200 millones de pesos, ha sido crucial para estos avances. Este plan no solo se enfoca en la restauración física de los inmuebles, sino también en la generación de empleo y la capacitación de trabajadores locales en técnicas tradicionales de restauración. En Chiapas, este enfoque ha resultado en la creación de miles de empleos y fomenta el desarrollo de habilidades especializadas.
El uso de técnicas tradicionales y la participación de la mano de obra local no solo aseguran la autenticidad de las restauraciones, sino que también fortalecen el sentido de pertenencia y orgullo en las comunidades. Además, la minimización de la burocracia y la implementación de revisiones constantes han permitido que las obras avancen de manera eficiente.
La comunicación constante con las comunidades ha sido otro pilar fundamental del proyecto. Informar a las comunidades sobre el progreso y mantenerlas involucradas en el proceso ha sido vital para el éxito de las restauraciones. Esta estrategia no solo garantiza la transparencia, sino que también promueve un sentido de responsabilidad compartida y compromiso con la preservación del patrimonio cultural.