La falta de vigilancia permite que grupos organizados extraigan huevos, poniendo en riesgo a esta especie
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
En el litoral de Chiapas, la temporada de anidación de la tortuga golfina ha comenzado de forma preocupante: el saqueo de nidos. A pesar de la normativa que protege a esta especie en peligro de extinción, el desdén de las autoridades ha permitido que los saqueadores prevalezcan. Este problema no solo amenaza a una especie vulnerable, sino que también revela fallos profundos en el sistema de protección ambiental.
El miembro activo en la defensa de la tortuga golfina en Mazatán, José Alfredo González Gerardo, ha lanzado un llamado urgente a las autoridades. Su preocupación se centra en la evidente falta de vigilancia por parte de instituciones ambientales. Según González, esta omisión ha creado un vacío que los saqueadores han llenado con creciente eficacia, al utilizar cuatrimotos y grupos organizados para extraer huevos en grandes cantidades.
El contraste entre los esfuerzos de los voluntarios y las tácticas de los saqueadores subraya una disparidad alarmante. Mientras que los voluntarios trabajan en brigadas reducidas para patrullar largas distancias durante la noche, los saqueadores operan con un nivel de organización y recursos que les permite abarcar más territorio. Este desequilibrio pone en riesgo la vida marina y cuestiona la capacidad de los grupos de conservación para competir en condiciones tan adversas.
El mercado negro para los huevos de tortuga golfina, impulsado por mitos infundados sobre sus propiedades afrodisíacas, alimenta esta crisis. Aunque la NOM-059-SEMARNAT-2010 prohíbe estrictamente la captura y el comercio de estos huevos, la realidad es que la demanda en municipios costeros y fronterizos prevalece debido a creencias no respaldadas por la ciencia.
Para que la tortuga golfina tenga una oportunidad de sobrevivir, es imperativo que se implementen medidas de protección más rigurosas y se fortalezcan las campañas de concientización. Sin una intervención inmediata y efectiva, el saqueo continuará y afectará la existencia de esta especie emblemática, con graves consecuencias para la biodiversidad regional.