La nueva iniciativa busca mitigar dificultades de migrantes, al brindar alimentos y un espacio de apoyo
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
En un esfuerzo por aliviar la difícil situación de los migrantes hondureños en Chiapas, el cónsul de Honduras en Tapachula, Elmer Misael Leiva Cortés, ha anunciado la creación de un comedor comunitario. Este nuevo espacio, destinado a proporcionar alimentos básicos y apoyo emocional, responde a una necesidad urgente identificada entre los connacionales que enfrentan largas esperas y precariedad mientras buscan regularizar su estatus migratorio.
Elmer Misael Leiva Cortés, explicó que esta iniciativa no solo ofrecerá comidas calientes y agua a los hondureños en situación de vulnerabilidad, sino que también servirá como un símbolo de solidaridad y humanidad. “Nuestro objetivo es asegurar que ningún hondureño pase hambre mientras espera la resolución de su situación migratoria en territorio nacional o se encuentra sin recursos económicos”, destacó el cónsul.
El proyecto, impulsado por la presidenta Xiomara Castro, marcará un cambio significativo en la política de asistencia del consulado. Aunque se ofrecían tazas de café y galletas a los visitantes, el nuevo comedor comunitario representa un compromiso más profundo con el bienestar de los migrantes. Este espacio no solo abordará la necesidad inmediata de alimentos, sino que también proporcionará un entorno de apoyo y seguridad en un contexto de incertidumbre.
Leiva Cortés también subrayó la importancia de las alianzas establecidas con organizaciones no gubernamentales y voluntarios para el funcionamiento continuo del comedor. Estas colaboraciones no solo facilitarán la provisión de recursos, sino que también garantizarán que el comedor se convierta en un punto de encuentro y apoyo integral para la comunidad hondureña en Tapachula.
Con el incremento de solicitudes de asilo, que ya supera los 17 mil hondureños en México, el comedor comunitario ofrece una solución tangible y humanitaria. Este esfuerzo no solo alivia las necesidades inmediatas de los migrantes, sino que también refuerza el compromiso de Honduras con sus ciudadanos en el exterior, al demostrar que la asistencia y la solidaridad no conocen fronteras.